ANATOMÍA DE UN INSECTO

 

Los insectos tienen un cerebro muy pequeño y una reacción limitada a los estímulos externos. Los músculos de sus alas se contraen con los impulsos nerviosos para aletear rápido.

Muchos insectos beben alimentos de fácil digestión, como la savia de las plantas, o regurgitan las enzimas sobre la comida y luego beben líquidos resultantes. Algunos insectos son ciegos, pero aún aquellos que pueden ver se guían por sus antenas, en ellas tienen el sentido del tacto y del olfato. La sangre se mueve libremente dentro del cuerpo de los insectos. El corazón es como un tubo abierto que agita la sangre.

Los túbulos de Malpighi son un conjunto de tubos que funcionan como riñón simple para retirar el nitrógeno de desecho del fluido corporal. El oxígeno no recorre el cuerpo por la sangre sino que se distribuye por los espiráculos y por unos tubos llama tráqueas.

Casi todos los insectos adultos son como máquinas de reproducción. La termita reina puede poner 2000 huevos al día, aunque la mayoría de los insectos ponen de 50 a 300 en toda su vida.