VOLTAIRE EN LA BASTILLA
François-Marie Arouet (Voltaire) estuvo encerrado en la Bastilla dos veces, la primera desde mayo de 1717 hasta abril de 1718. La causa de este encierro fue haber insultado con unos groseros versos al regente de Orleans y a su hija.
No parece que su estancia fuera muy dura pues escribió hablando de su encierro con humor:
“Cuando llegué me salió al paso un guardián que, loando la belleza de mi nuevo alojamiento, me enumeró los encantos y comodidades y me dijo:
-Nunca ha brillado el Sol en su carrera luminosa de modo más cálido como hoy, señor mio. Pero no temáis. Ved estos muros de seis pies de grosor a su sombra estaréis deliciosamente fresco-.
Y después, haciéndome admirar también las robustas puertas, los enormes cerrojos y el triple enrejado, añadió:
-Todo esto es para vuestra tranquilidad-.
Y aquí estoy en este lugar de desdicha, alojado en poco espacio, sin dormir, bebiendo caliente y comiendo frío, sin diversión, sin amigos, sin amores”.
Fue desterrado a Châtenay, donde adoptó el seudónimo de Voltaire.
En 1726 fue encerrado de nuevo. El caballero Rohan, le hizo dar una paliza por medio de unos matones a sueldo, temiendo que Voltaire se vengara de él, le mandó encerrar.
Esta segunda vez sólo estuvo preso doce días, con un criado para su servicio, recibiendo la visita de sus parientes, con derecho a a comer con el gobernador, o sea, tratado a cuerpo de rey.
2 comentarios :
Cuando James Boswel, que era escocés , se entrevistó con Voltaire, que era francés pero conocía bien el idioma inglés, la conversación empezó discurriendo en francés.
Como Boswel le preguntara si había dejado de hablar inglés, Voltaire le respondió:
Par hablar inglés hay que poner la lengua entre los dientes, y yo he perdido los dientes.
Risoabrazos
Mariajoriso muy buena la anécdota, gracias.
Un beso.
Publicar un comentario