VENERAR A LOS DIFUNTOS EN EL ANTIGUO EGIPTO
Los egipcios veneraban a sus muertos. Les presentaban ofrendas y les pedían que intercedieran por ellos ante los dioses.
Tenían muy presentes a los muertos en su vida diaria, y les dotaban de inmensos poderes. Ante cualquier dificultad, les escribían cartas para que intervinieran en su favor ante los dioses. Una joven llamaba a su padre para que la ayudara a dar a luz, una viuda esperaba que su marido permitiera que uno de sus sirvientes, enfermo, se curase... Estas cartas se colocaban en las vendas de las momias durante el embalsamamiento.
Los parientes visitaban con regularidad a sus muertos, entraban en la capilla construida en la entrada de la tumba y depositaban sus ofrendas ante la estatua del difunto, encerrada en el serdah (nicho). Los vivos no podían verla, pero una pequeña apertura a la altura de los ojos de la estatua dejaba al muerto ver a sus visitantes.
Los egipcios honraban a sus muertos, dado que temían a los malos espíritus, que según ellos podían venir a perseguirlos en forma de fantasmas. Cuando los espíritus de los muertos perseguían a los vivos, había que destruir todas las huellas de sus nombres y las imágenes que los representaban, según creían así eran vencidos los espíritus.
Tenían muy presentes a los muertos en su vida diaria, y les dotaban de inmensos poderes. Ante cualquier dificultad, les escribían cartas para que intervinieran en su favor ante los dioses. Una joven llamaba a su padre para que la ayudara a dar a luz, una viuda esperaba que su marido permitiera que uno de sus sirvientes, enfermo, se curase... Estas cartas se colocaban en las vendas de las momias durante el embalsamamiento.
Los parientes visitaban con regularidad a sus muertos, entraban en la capilla construida en la entrada de la tumba y depositaban sus ofrendas ante la estatua del difunto, encerrada en el serdah (nicho). Los vivos no podían verla, pero una pequeña apertura a la altura de los ojos de la estatua dejaba al muerto ver a sus visitantes.
Los egipcios honraban a sus muertos, dado que temían a los malos espíritus, que según ellos podían venir a perseguirlos en forma de fantasmas. Cuando los espíritus de los muertos perseguían a los vivos, había que destruir todas las huellas de sus nombres y las imágenes que los representaban, según creían así eran vencidos los espíritus.
2 comentarios :
ssstaa wueno me ssirviooo para spanol
Anónimo me alegra que te haya servido.
Muchas gracias por tu visita y tu comentario.
Un beso.
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