CREO QUE SOY SURREALISTA

Empezaré diciendo que mi vida es surrealista, si algo raro tiene que pasar, me pasa a mí. Soy como una ley de Murphy andante, el colmo de los colmos, menos mal que son cosas sin gran importancia y de las cuales al cabo del rato o de los días, me río.

Tan surrealistas son algunas situaciones que a veces me siento el personaje de una película de Buñuel.

Dice un amigo mio, que salir conmigo es como ir a ver una película, puedes saber la sipnosis más o menos, pero el final nunca.

Todo empieza el día que nací, la enfermera le trajo a mi madre una niña que no era yo, menos mal que mi madre en los pocos minutos que me vio, se acordaba de mi cara, porque de lo contrario nadie sabe a que familia hubiera ido a parar. ¿o se equivocó?, ¿o se hizo la loca, porque la otra era como un mono?, no creo, ¿o si?.

Salgo a cenar, como merluza, al cabo de un rato intoxicada y a urgencias.

Voy a la procesión de Semana Santa, pasan más de 3000 personas por una alcantarilla sin tapa, no pasa nada, paso yo, y se me queda enganchada la pierna sin poder sacarla.

Estoy poniendo salfumán en una tubería, me salpica en el ojo, me quema la lentilla y el ojo, de pirata unos cuantos días.

Estoy en un restaurante, voy a salir a una terraza, me tropiezo, me caigo por unos escalones y me rompo el brazo, y eso que entraron y salieron personas sin caerse.

Le salvo la vida a una gaviota que está a punto de morir de sed, y cuando se recupera me pica un dedo.

O sea, que lo mío es como lo del chiste, entre millones de personas, hay una sola paloma, y me caga a mí. Podría contar mil y una más.

He llegado a pensar que soy gafe, pero no creo que lo sea, porque en las cosas que verdaderamente tienen importancía tengo mucha, mucha, suerte... y se que tengo un ángel de la guarda que me protege de que todo esto solo quede en anécdotas.

Y como por naturaleza, soy optimista, me digo " SONRÍE, MAÑANA, PUEDE SER PEOR".