CURIOSIDADES DE LA MOLE DE TURÍN
La extravagante silueta de la Mole Antonelliana es la culpable
de que sea difícil confundir Turín de cualquier otra ciudad del mundo. El
encargo inicial partió de la comunidad judía, que quería celebrar la recién
instituida libertad de culto con la construcción de la sinagoga y unas aulas de
estudio anexas.
El arquitecto elegido para su construcción fue Alessandro Antonelli.
Era un obseso de las alturas, por lo que no siguió lo pactado, ya que la Mole
debía ser un cubo coronado por una cúpula semicircular, con una altura de 47 metros.
En 1904, un huracán derribó el genio alado que coronaba la Mole.
Se sustituyó por una estrella de 12 puntas sobre una estructura de cemento
armado. La altura total definitiva es de 167 metros.
Los 41 metros superiores de la aguja fueron abatidos por
otro huracán en 1953.
En 1961 se aprovecharon las obras de reconstrucción de la
aguja para inaugurar el ascensor que permite visitar el templete de la linterna.
Con sus 163,25 metros iniciales, la Mole era la construcción de mampostería, sin esqueleto de metal, más alta del mundo. el mismo año de su inauguración, 1889, la Torre Eiffel se elevaba a 300 metros.
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