5 de octubre de 2023

HISTORIAS VARIAS-2

 

Paul Valéry (1871-1945), ensayista y poeta, no prestaba mucha atención a la hora de vestir. En una recepción, una joven algo descarada se le acercó y le dijo: “Por su aspecto, nadie creería que es usted un elegido de las musas”. Valery le respondió: “En efecto, señorita. No me eligen, porque no m ven. Es que soy de la poesía secreta”.

Richard Wagner (1813-1883) tenía una manera muy particular de entender los sentimientos. En una ocasión, escribió una carta al filósofo Friedrich Nietzsche en la que le confesaba qué lugar ocupaba a nivel sentimental: “Mi querido amigo, está usted en mi corazón, entre mi mujer y mi perro”.

Felipe II y Juan de Austria admiraban a su padre, Carlos V. Un día, el heredero de Felipe II, don Carlos, zanjó una conversación con su tío de la siguiente manera: “No puedo discutir con un bastardo”. Él le puntualizó: “Pero mi padre fue mucho más grande que el vuestro”- Menuda sorpresa se llevó don Carlos cuando su progenitor le dijo: “En efecto, su padre y el mío fue más grande hombre que lo es ni lo será nunca el vuestro”.

Pedro Muñoz Seca (1879-1936), dramaturgo, escribió el epitafio de sus porteros a petición de su hijo: “Fue tan grande su bondad que están, con seguridad en el cielo junto a Dios”. La curia diocesana le mando cambiar el texto, al no poder comprobarse que los difuntos habían merecido la gloria eterna. Muños Seca rectificó: “Fueron muy juntos los dos pero no están junto a Dios porque el obispo no quiere”. Ante el enfado de la Iglesia, el escritor resolvió el asunto: “Vagando sus almas van por el éter, débilmente, sin saber que es lo qué harán porque, desgraciadamente, ni Dios sabe dónde están”.

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