EL PALACIO DEL FARAÓN
El palacio era la morada del faraón y su familia y la sede del gobierno. Allí vivía rodeado de funcionarios y sirvientes. Como el resto de las casas egipcias, el palacio estaba hecho de adobe, la piedra se reservaba para pirámides y templos, monumentos que debían resistir el paso del tiempo. El palacio se construía en la capital del reino, pero el faraón poseía residencias menores en diversas ciudades, y las ocupaba en sus viajes por todo el país.
Había mucha gente en torno al rey y a sus esposas e hijos; la administración (el visir, los funcionarios y los escribas), los sirvientes del faraón (nodrizas de los hijos reales, artesanos, peluqueros, lavanderos, cocineros, médicos), y los soldados de la guardia real. El pabellón del faraón, estaba en la gran corte real, su fachada decorada con pilares daba paso a una entrada monumental que llevaba a la gran sala de audiencias, más allá estaba la sala del trono, donde el faraón recibía a los visitantes.
En el Imperio Nuevo se pintaron en las paredes retratos del faraón, de animales y motivos geométricos. Se inscribía el nombre del rey en los pilares, y en las baldosas del suelo se representaban diversos pueblos enemigos de Egipto. En los laterales de ambas salas se hallaban los aposentos privados del faraón y de sus esposas.
En el palacio había una ventana por la que el faraón y la reina aparecían con motivos de fiestas o durante la entrega de recompensas a súbditos que lo merecían. También usaba esta ventana al serle presentados los prisioneros de guerra o los productos traídos de los países conquistados.
En el recinto del palacio, en construcciones anexas, estaban las mansiones de los miembros del gobierno, los aposentos de los sirvientes, las cocinas, los graneros y los almacenes donde se depositaba el tesoro real (recaudación de impuestos). El palacio incluía un templo dedicado a Amón, una biblioteca con papiros y una escuela.
Había mucha gente en torno al rey y a sus esposas e hijos; la administración (el visir, los funcionarios y los escribas), los sirvientes del faraón (nodrizas de los hijos reales, artesanos, peluqueros, lavanderos, cocineros, médicos), y los soldados de la guardia real. El pabellón del faraón, estaba en la gran corte real, su fachada decorada con pilares daba paso a una entrada monumental que llevaba a la gran sala de audiencias, más allá estaba la sala del trono, donde el faraón recibía a los visitantes.
En el Imperio Nuevo se pintaron en las paredes retratos del faraón, de animales y motivos geométricos. Se inscribía el nombre del rey en los pilares, y en las baldosas del suelo se representaban diversos pueblos enemigos de Egipto. En los laterales de ambas salas se hallaban los aposentos privados del faraón y de sus esposas.
En el palacio había una ventana por la que el faraón y la reina aparecían con motivos de fiestas o durante la entrega de recompensas a súbditos que lo merecían. También usaba esta ventana al serle presentados los prisioneros de guerra o los productos traídos de los países conquistados.
En el recinto del palacio, en construcciones anexas, estaban las mansiones de los miembros del gobierno, los aposentos de los sirvientes, las cocinas, los graneros y los almacenes donde se depositaba el tesoro real (recaudación de impuestos). El palacio incluía un templo dedicado a Amón, una biblioteca con papiros y una escuela.
Para descansar, el faraón acondicionaba jardines con estanques y un lago en el que podían navegar pequeñas barcas. La familia real tomaba el fresco durante las estaciones más calurosas. Los reyes de la dinastía de los Ramsés añadieron un zoológico con animales salvajes; leones, leopardos, elefantes...
Salvo algunos cimientos, contornos de puertas, ventanas y azulejos que decoraban el suelo, hoy en día, por desgracia, apenas quedan restos de los suntuosos palacios reales.
4 comentarios :
¿Tan sencillo es escribir bien? He podido pasearme por los aposentos reales, por todo el palacio, por las cocinas, por las bodegas... He podido deleitarme con los grabados en las paredes y he visto a la reina, toda engalanada como lo requería el momento.
Gracias Ana, es un placer leerte.
si que es un placer siempre leerte y pasar por aqui a deleitarme con tus lecturas esquisitas. he venido a decearte que pases una linda navidad, que tengas la dicha de pasarla junto a tus seres queridos y que el nuevo año venga cargado de muchas cosas lindas y bendiciones para ti. te dejo un abrazo enorme.
Baron me alegro de que hayas tenido un viaje virtual con mis descripciones, muchas gracias. Un beso.
Daisy, muchas gracias de nuevo por tu visita, te deseo que pases una Navidades y una entrada de año feliz para ti y los tuyos, y espero que se cumplan todos tus deseos. Un beso enorme.
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