EL PAPIRO
El papiro crecía en zonas pantanosas, en especial en la zona del delta del Nilo. Sus tallos de forma triangular, eran tan gruesos como un brazo. Podían llegar a tener de 3 a 4 metros de altura. En la extremidad de la planta, sus hojas formaban una amplia corola.
La recolección se iniciaba cuando los tallos eran suficientemente altos pero todavía estaban tiernos. Se cortaban los papiros sin arrancarlos de raíz. Apilado en haces era transportado a lomo de bueyes o de asnos. Los obreros trabajaban en el barro, prestando mucha atención a las cobras, cocodrilos e hipopótamos.
En Egipto no hay bosques, y la madera importada estaba reservada para la construcción de grandes navíos. En aquel tiempo, las barcas se fabricaban con manojos de papiros atados entre sí, las velas y las cuerdas se trenzaban con tallos.
Para obtener el papel a partir del papiro, se retiraba la corteza y se cortaba la médula en laminas finas que eran aplanadas con un mazo. Tras ponerlas en remojo para ablandarlas, las finas vendas obtenidas se colocaban en horizontal y se cubrían con una segunda capa colocada en sentido vertical. Después la hoja se mojaba abundantemente y se golpeaba. Tras dejar que la hoja se secase, ya estaba lista para usar. Las hojas eran empalmadas unas con otras para formar rollos.
La hoja de papiro poseía numerosas cualidades; era flexible, se enrollaba sin romperse, no absorbía la tinta y se conservaba durante mucho tiempo. Eran muy caras debido a su laboriosa elaboración, así que los escribas sólo las usaban para copiar textos importantes.
Los tallos una vez secados, podían alimentar el fuego o usarse para construir cabañas. La médula se usaba como mecha de antorcha. Con la corteza, los egipcios tejían cestos, esteras, taparrabos, sandalias, jaulas o coladores. Los brotes más tiernos se comían en la ensalada, la medula se cocía al horno. En cambio, las hojas no se podían utilizar como alimento para los animales porque podían cortarse con ellas.
Los picapedreros se inspiraban en la forma de los papiros para dibujar y esculpir las columnas de los templos. Los artistas la representaban a menudo en sus pinturas y esculturas.
El papiro era el símbolo de la juventud y de la alegría, formaba parte de las ofrendas que se representaban en honor de la divinidad de cabeza de vaca, Hathor, diosa de la Alegría y del Amor.
La recolección se iniciaba cuando los tallos eran suficientemente altos pero todavía estaban tiernos. Se cortaban los papiros sin arrancarlos de raíz. Apilado en haces era transportado a lomo de bueyes o de asnos. Los obreros trabajaban en el barro, prestando mucha atención a las cobras, cocodrilos e hipopótamos.
En Egipto no hay bosques, y la madera importada estaba reservada para la construcción de grandes navíos. En aquel tiempo, las barcas se fabricaban con manojos de papiros atados entre sí, las velas y las cuerdas se trenzaban con tallos.
Para obtener el papel a partir del papiro, se retiraba la corteza y se cortaba la médula en laminas finas que eran aplanadas con un mazo. Tras ponerlas en remojo para ablandarlas, las finas vendas obtenidas se colocaban en horizontal y se cubrían con una segunda capa colocada en sentido vertical. Después la hoja se mojaba abundantemente y se golpeaba. Tras dejar que la hoja se secase, ya estaba lista para usar. Las hojas eran empalmadas unas con otras para formar rollos.
La hoja de papiro poseía numerosas cualidades; era flexible, se enrollaba sin romperse, no absorbía la tinta y se conservaba durante mucho tiempo. Eran muy caras debido a su laboriosa elaboración, así que los escribas sólo las usaban para copiar textos importantes.
Los tallos una vez secados, podían alimentar el fuego o usarse para construir cabañas. La médula se usaba como mecha de antorcha. Con la corteza, los egipcios tejían cestos, esteras, taparrabos, sandalias, jaulas o coladores. Los brotes más tiernos se comían en la ensalada, la medula se cocía al horno. En cambio, las hojas no se podían utilizar como alimento para los animales porque podían cortarse con ellas.
Los picapedreros se inspiraban en la forma de los papiros para dibujar y esculpir las columnas de los templos. Los artistas la representaban a menudo en sus pinturas y esculturas.
El papiro era el símbolo de la juventud y de la alegría, formaba parte de las ofrendas que se representaban en honor de la divinidad de cabeza de vaca, Hathor, diosa de la Alegría y del Amor.
1 comentarios :
No sabes la de veces que me he arrepentido de no traerme plantas de Egipto ya sean papiro, flor de loto o cualquiera de las variedades raras que vi. Un beso.
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