VIEIRAS

El cuerpo de Pecten maximus, venera o vieira se encuentra encerrado entre las dos valvas. La superior está articulada a la inferior mediante una charnela con su ligamento. Ambas conchas se juntan y se mantienen firmemente unidas gracias al poderoso músculo aductor de la vieira.

Este molusco tienen numerosos órganos sensitivos, los más desarrollados son los ojos. Un centenar o más aparecen en el borde del manto, junto a los tentáculos. Son sensibles a la luz, pero no es probable que con ellos pueda percibir una imagen clara.

Las branquias filtran los alimentos, que se adhieren al mucus de las agallas y son llevados a los palpos, éstos filtran las partículas de mayot tamaño, que no son utilizados por el animal. El resto llega hasta la boca.

La vieira es un molusco hermafrodita y los órganos de reproducción ocupan un lugar destacado dentro del cuerpo. La puesta de huevos se produce desde enero hasta agosto, alcanzando su momento culminante en marzo. La fecundación de los huevos se realiza en el exterior del cuerpo. Las larvas que nacen terminan por asentarse cuando ya son una reproducción en miniatura de los ejemplares adultos. Durante algún tiempo las pequeñas vieiras permanecen fijas al fondo del mar con ayuda del biso, formado por unos delgados filamentos coriáceos.

Las vieiras tienen una forma peculiar de desplazarse, abriendo y cerrando las valva. Estas pueden abrirse unos treinta grados por medio de un fuerte ligamento interno y, luego, el potente músculo aductor cierra rápidamente las conchas, lo que provoca una violenta expulsión del agua. La dirección a expeler se rige por medio de una delgada menbrana (velo), lo cual permite al molusco nadar al menos en dos direcciones, escapando de sus enemigos.