26 de julio de 2011

COLMENA


La comunidad en la colmena se compone de varios miembros; la reina, las obreras y los zánganos.

La reina es de mayor tamaño que las obreras, y es la única que puede ser fecundada y alimentada desde que nace hasta que muere con jalea real. Es la madre de todos los miembros de la colmena y desprende un olor especial (feromona real) que toda la comunidad conoce. A los tres días de nacer, la reina es fecundada una sola vez por 40 zánganos, que tras copular mueren, y durante el resto de su vida, unos cuatro años, se dedican a procrear. Ya no sale jamás de la colmena y pone millones de larvas durante su corta vida.

Las obreras, menos fecundar, hacen todo lo demás, los hexágonos del panal, mantener la temperatura ideal (entre 28 y 30 grados) con agua y el aleteo de sus alas, la recolección para fabricar el polen, la jalea real, la miel, la cera. Recogen el néctar lo mezclan con los jugos gástricos que pasan de boca en boca hasta crear la miel, desarrollan la glandula que produce la cera. Y sobre todo son las guardianes de la colmena, a los 16 días de nacer ya están en plenas facultades para controlar que no entren insectos ni ninguna abeja de otra colmena. Después de este trabajo, pasan a recoger nectar hasta que mueren. Suelen vivir unos 40 días.

Los zánganos son las abejas machos de la colmena, y proceden de huevos sin fecundar. Son los encargados de fecundar a la reina. Comen la miel elaborada por las obreras y duermen. Cuando escasea el alimento las obreras los eliminan no dejándolos entrar en la colmena, por lo que mueren de hambre y frío. No tienen aguijón, por está razón, no sirven para la defensa de la colmena.

En una colmena puede vivir entre 30.000 y 40.000 individuos.

2 comentarios :

profedegriego DICE

Me gusta tu entrada de hoy, Ana, y les hubiese gustado a los antiguos romanos. Ya el poeta Virgilio dedicó el cuarto libro de sus "Geórgicas" a las abejas, donde la vida social de la colmena le sugirió un curioso paralelismo entre estos insectos y los humanos.
Mil saludos.

Ana DICE

Profedegriego pues algún parecido si tienen los humanos con las colmenas. Un beso.