TOFET
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El rito tenía lugar de noche, en medio de un ruido ensordecedor de flautas y tambores, y concluía con el sacrificio del niño por un sacerdote que una vez degollado lo depositaba sobre las manos de una enorme estatua de bronce de Baal- Hamón o Tanit desde donde se deslizaba a una hoguera situada junto a esa estatua.
Parece que este ritual se hacía en caso de guerras, epidemias… La presencia de restos de animales junto a las urnas evidencia un ritual de sustitución según el cual se solicitaba de la divinidad un nuevo vástago que sustituyera al niño que había nacido ya muerto o lo había fallecido al poco de nacer.
El tofet más impresionante es el que se encontró en la actual Túnez el llamado; “Recinto de Tanit” o “Salammbo”. Aquí se encuentran unas 20.000 urnas funerarias de cerámica con restos óseos. Este tofet tiene una superficie de 6.000 m², y fue utilizado desde el año 700 al 146 a. C., cuando Cartago cayó a manos del ejército romano.
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