MI PRIMERA VEZ
Después de implorar e implorar para que me dejasen ir de acampada, por fin lo conseguí, y mejor que no hubiera ido.
Llegamos al pueblo en tren, y después de caminar durante 2 horas, llegamos al sitio, era un sitio precioso, con montaña y al lado el mar.
Pasamos el día bañándonos, y tomando el sol, la tarde jugando a cartas y hablando, llego la noche, colocamos las esterillas, los sacos, nos colocamos para dormir y al poco rato empezamos a oír unos extraños ruidos, encendemos el camping gas y nos encontramos con un montón de ratas, que iban y venían, a mí particularmente las ratas no me dan ni frío ni calor, pero más de una se puso histerica.
Pero la noche no acababa ahí, de pronto empieza a llover, a llover no, a diluviar, se me ha olvidado decir que éramos cuatro chicas y un chico, el susodicho desde el principio me dio la impresión que se creía Miguel de la cuadra Salcedo porque fue el que Eligio el sitio para quedarnos, diciendo que era el mejor, bueno pues eso empezó a diluviar, las cosas que teníamos empezaron a navegar, galletas, botellas, comida, el fuet, vamos todo, navegaban y navegaban sin poder hacer nada, era una verdadera riada, estuvimos como dos horas sin saber que hacer, (en ese tiempo no había móviles) el agua nos llevaba, y Macgyver, diciendo que esperásemos que ya pararía.
Al ver que de parar, nada, se me ocurrió decir que yo me iba al pueblo y casi me come, pero como cuando tomo una decisión la tomo, empece a caminar, empapada y dejando todo, ellas me siguieron y a él no le quedo más remedio, si para ir, tardamos dos horas, para volver tardamos como cuatro, llegamos al pueblo y pasamos la noche en la terraza de un bar cerrado, todos se durmieron menos yo, y de pronto viene la guardia civil a decir que hacíamos allí, se lo explico y me dice que donde habíamos acampado es un torrente.
Llegamos al pueblo en tren, y después de caminar durante 2 horas, llegamos al sitio, era un sitio precioso, con montaña y al lado el mar.
Pasamos el día bañándonos, y tomando el sol, la tarde jugando a cartas y hablando, llego la noche, colocamos las esterillas, los sacos, nos colocamos para dormir y al poco rato empezamos a oír unos extraños ruidos, encendemos el camping gas y nos encontramos con un montón de ratas, que iban y venían, a mí particularmente las ratas no me dan ni frío ni calor, pero más de una se puso histerica.
Pero la noche no acababa ahí, de pronto empieza a llover, a llover no, a diluviar, se me ha olvidado decir que éramos cuatro chicas y un chico, el susodicho desde el principio me dio la impresión que se creía Miguel de la cuadra Salcedo porque fue el que Eligio el sitio para quedarnos, diciendo que era el mejor, bueno pues eso empezó a diluviar, las cosas que teníamos empezaron a navegar, galletas, botellas, comida, el fuet, vamos todo, navegaban y navegaban sin poder hacer nada, era una verdadera riada, estuvimos como dos horas sin saber que hacer, (en ese tiempo no había móviles) el agua nos llevaba, y Macgyver, diciendo que esperásemos que ya pararía.
Al ver que de parar, nada, se me ocurrió decir que yo me iba al pueblo y casi me come, pero como cuando tomo una decisión la tomo, empece a caminar, empapada y dejando todo, ellas me siguieron y a él no le quedo más remedio, si para ir, tardamos dos horas, para volver tardamos como cuatro, llegamos al pueblo y pasamos la noche en la terraza de un bar cerrado, todos se durmieron menos yo, y de pronto viene la guardia civil a decir que hacíamos allí, se lo explico y me dice que donde habíamos acampado es un torrente.
Desde luego con ese tipo, nunca más.
0 comentarios :
Publicar un comentario