27 de octubre de 2024

AMPUTACIONES

 

A mediados del siglo XIX la cirugía experimento una gran revolución. Nacieron muchas novedades, como la elaboración de protocolos de intervención o la higiene, también se desarrolló instrumental para la práctica quirúrgica. Una de estas novedades fue la práctica de una amputación.

Las herramientas que utilizaba un cirujano para seccionar un miembro eran las siguientes:

Torniquete-Se utilizaba para cortar el flujo sanguíneo a la zona que iba a ser amputada para evitar que el paciente se desangrase.

Fórceps tenaculum-Instrumento empleado para cerrar temporalmente arterias y venas seccionadas hasta suturarlas con puntos.

Cuchillo de amputación-Se utilizaba para cortar la carne hasta llegar al hueso. Los primeros diseños tenían la hoja curva, pero los de hoja recta eran más precisos.

Sierra quirúrgica-La sierra quirúrgica era relativamente corta, fina y tenía una empuñadura grande para proporcionar al cirujano un control firme de la hoja.

Gancho quirúrgico-Era una herramienta de propósito general empleada para apartar tejidos y también para ayudar a diseccionarlos.

25 de octubre de 2024

UN DÍA

 

Y un día te das cuenta que ya no te gusta lo mismo que antes, que ya no te cae bien la misma gente, que ya no piensas igual, que hay cosas que antes aceptabas y ahora ya no. Cambias, te abres otros caminos, te despides de lo que eras y empiezas de nuevo. Es sano, es bonito y está bien.

23 de octubre de 2024

LA EPILEPSIA EN LA HSTORIA

 

Según los historiadores, para los pueblos primitivos, la epilepsia era el castigo de los dioses enfadados por haber pecado el epiléptico, o la posesión de este por un ente maligno.

La presencia de esta enfermedad desde la antigüedad, conocida por el hallazgo de cráneos prehistóricos con lesiones que propician las crisis, obligó a que las culturas se preocuparan por interpretar su origen.

Aunque casi siempre se recurría a lo sobrenatural, el médico indio Atreya Punarvasu dejo fuera toda connotación mágica de la epilepsia pata atribuirla a alteraciones de la mente.

Los griegos continuaron viendo en la epilepsia la acción de los dioses, fue Hipócrates quien estableció el origen de la enfermedad. En su tratado “Sobre la Enfermedad Sagrada” dice: “No me parece que sea en nada más divina que las demás enfermedades ni más sagrada, sino que también tiene una causa natural, como todas. Aquellos que por primera vez hicieron sagrada esta afección eran iguales a los actuales magos y purificadores, impostores y charlatanes que utilizan lo divino para ocultar su impotencia”. Galeno sigue la misa línea: “La ira de los dioses es causa de enfermedad”.

En la Edad Media, la iglesia volvió a recuperar la visión oscurantista y supersticiosa de la epilepsia, enfocándola como posesión diabólica.

En la Edad Moderna, los médicos volvieron a tener la última palabra sobre la enfermedad. Fue en la ilustración cuando se produjo un considerable avance en su estudio, erradicándose cualquier explicación sobrenatural e intentando encontrar un diagnóstico clínico.

En 1763 se publicó el primer tratado sobre la epilepsia. Se trata de una monografía, de solamente se conservan diez ejemplares originales. En esta obra se pueden leer algunos de los síntomas de la epilepsia: “repentinamente caen en tierra, cerrando fuertemente las manos y torciendo los ojos, se privan los sentidos, arrojan espuma por la boca, se muerden la lengua, temblando al tiempo… Cediendo después de largo breve rato vuelve el paciente quejándose de dolor, torpeza y gravazón en la cabeza y de lasitud o cansancio en el cuerpo”.

21 de octubre de 2024

CANCIONES EN MI MEMORIA CXV


20 de octubre de 2024

EL RUISEÑOR DE DOS CABEZAS

 

Las conocidas como “El ruiseñor de dos cabezas”, las gemelas siamesas afroamericanas, Millie y Christine McCoy, nacieron el 11 de julio de 1851, en Whiteville, Carolina del Norte. Sus padres Jacob y Momemia McCoy, fueron esclavizados por Jabez McCay. Antes del nacimiento de las gemelas, Momemia tuvo otros siete hijos, cinco niños y dos niñas.

Las siamesas estaban unidas en la parte inferior de la columna vertebral y de pie en un ángulo aproximado de 90 grados la una de la otra.

Con 10 meses, las siamesas fueron vendidas a John C. Pervis. El padre y Pervis llegaron a un acuerdo donde el comprador exhibiría a las chicas y compartiría las ganancias con el padre.

Catorce meses después, fueron vendidas de nuevo a Brower, dedicado al espectáculo, que estaba respaldado económicamente por un rico comerciante; Joseph Pearson Smith. Enseñaron a las siamesas en la feria local en el año 1853. Duró poco el éxito, Brower fue estafado por un aventurero tejano que le ofreció tierras a cambio de las siamesas. Aceptó, envió a las siamesas a Texas, espero las escrituras y nunca llegaron. Brower tuvo que entregar la propiedad de las siamesas a Smith, que las reclamó en Gran Bretaña en 1857.

La vida de las siamesas estuvo marcada por numerosas exposiciones y actuaciones donde cantaban y hablaban múltiples idiomas, mostrando su talento más allá de su condición física.

El 8 de octubre de 1912, Millie y Christine fallecieron a los 61 años debido a la tuberculosis. Millie murió 12 horas antes que Christine. Fueron enterradas en tumbas sin identificación. En 1969 fueron trasladadas a un cementerio en Whiteville. Su lápida lleva la inscripción “Un alma con dos pensamientos. Dos corazones que laten como uno”