22 de junio de 2025

EL MUÑECO DE CHARLIE MACCARTHY

 

Charlie McCarthy era el nombre de un famoso muñeco que el ventrílocuo Edgar Bergen utilizaba para sus espectáculos.

Charlie era un muñeco que representaba a un niño de unos 10 años, de cara regordeta y rasgos muy expresivos, lo más sorprendente era su gran tamaño, comparado con los muñecos de la época, 1820. Tenía los ojos de madera, con expresión de tristeza e incluso ojos de maldad. Muchos padres prohibieron ir a ver el espectáculo a sus hijos por los espeluznante que resultaba.

Edgar hacía tan bien su trabajo que el público pensaba que utilizaba algún truco para hacer que el muñeco hablara, ya que no se notaba el más mínimo movimiento en sus labios. Una de las manías de Edgar era que no permitía que nadie se acercara al muñeco, solo él podía sacarlo, tocarlo y guardarlo en su caja.

Durante una de sus giras por Nueva York, una noche, la policía encontró al ventrílocuo tendido en el suelo sin vida, con el cuello destrozado, heridas en todo el cuerpo y sin ojos.

Buscaron al muñeco, pues la primera hipótesis fue que alguien entró para robar al muñeco y lo mataron. Cuando abrieron la caja, donde se guardada al muñeco, lo encontraron dentro. Por extraño que parezca, los periódicos de la época escribieron que Charlie era el asesino.

Las autoridades, al iniciar el análisis, descubrieron algo que le daba un giro al caso. Dentro del muñeco encontraron el cadáver de un niño. En sus pequeños dedos encontraron huellas dactilares. Y su rostro, para ocultar la palidez de su estado, estaba tapado con una máscara de látex. Jamás pudieron descubrir como Edgar Bergen pudo conservar el cadáver tanto tiempo intacto. Uno de los rumores era que el cadáver era su propio hijo y que frente al dolor de la perdida ni fue capaz de enterrarlo.

Esta historia es un mito. Nunca existió un ventrílocuo llamado McCarthy ni un muñeco llamado Edgar. Sin embargo, si es real la existencia de Edgar Berger con un muñeco llamado Charlie McCarthy, pero era un muñeco de madera, como todos.

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