VIDA CELTA
Los pueblos celtas eran fundamentalmente patriarcales,
aunque las mujeres tenían un papel superior al de otras comunidades. La mujer
no permanecía en su casa recluida como en otros lugares, sino que alternaba su
vida y su trabajo con el hombre, tomando parte en ocasiones en la vida pública.
El matrimonio era monógamo. El hombre es el que dotaba a la
mujer y eran las mujeres las que heredaban y también se preocupaban de casar a
los hermanos. Las mujeres después de dar a luz cedían el lecho a su marido y lo
cuidaban.
Vivían en casa alineadas, formando calles regulares
siguiendo las curvas de nivel del terreno. Algunos grupos de casas parece que
se habían construido como barrios unificados.
El tipo de alimentación celta variaba según la zona. La base
principal de todos ellos eran los cereales con los que se elaboraba el pan.
Primero molían el grano con un molino de mano, o sea, una piedra cóncava y otra
redonda con la que, a mano, se molía el grano. Todas las casas tenían un molino
y un horno de forma circular, situado fuera de la casa, junto a la entrada o en
el vestíbulo.
Además de pan se consumía carne, tanto de la caza como de
animales domésticos. La pesca también era una importante fuente de alimento.
Comían judías, garbanzos y lentejas. Fabricaban queso y cerveza.
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