MUNDO CURIOSO
Los sambias de Nueva Guinea experimentan tanto asco ante el
sudor, el aliento y los efluvios femeninos, que dividen sus aldeas en zonas y
senderos independientes para hombres y mujeres.
Los antiguos jinetes galos colgaban las cabezas de los
enemigos muertos del cuello de sus caballos.
Se calcula que durante el siglo XVIII, se castraban cada año
unos 4000 niños solo en Italia, para abastecer de eunucos a los harenes
islámicos y para iniciarles en el bel canto.
Los agtas de Filipinas tienen 31 verbos distintos que
significan pesca. Cada uno de ellos se refiere a un tipo distinto de pesca.
Hace 400 años, en el ducado de Bretaña, a los borrachos les
estaba permitido reincidir hasta cuatro veces antes de cortarles las orejas.
Los europeos en la Edad Media empleaban sosa o potasa
hervida para lavarse la cabeza.
Entre los años 1170 y 1270, los franceses construyeron 80
catedrales y 500 iglesias.
Las prostitutas romanas hacían una pasta de menta con miel
para disimular el aliento a vino. El consumo femenino de esta bebida estaba
penado con la muerte.
A los niños aztecas rebeldes se les hacia dormir en el suelo
húmedo.
Las mujeres egipcias introducían en su vagina bolitas de
excremento de cocodrilo para no quedarse embarazadas.
Los antanales, una tribu de Madagascar, son todos zurdos,
los diestros son muy raros.
Aunque la tradición de llevar prendas de color banco como
símbolo de pureza se remonta 400 años atrás, no fue hasta el siglo pasado
cuando las novias empezaron a vestirse de blanco.
La razón principal por la que los tártaros declararon la
guerra a los chinos y los persas, fue que éstos últimos llevaban el bigote
caído y lacio, en vez de como ellos, con las puntas elevadas.
En abril de 1994, Des Moloney, de Colchestwer, Londres,
resultó ileso al caer de una altura de mil metros. Moloney pilotaba un reactor
Provost cuando el mecanismo de eyección del asiento se disparó de manera
accidental.
Los primeros colonos europeos en Argelia fueron llamados
pies negros ya que siempre llevaban zapatos oscuros.
Los chinos también recurrían a la acupuntura para hacer
crecer más rápido y mejorar el sabor del maíz.
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