HORATIO NELSON Y SU ÁNGEL DE LA GUARDA

 

En la batalla de Trafalgar, en 1805, la flota del almirante Horatio Nelson, I duque de Bronte, derrotó a los barcos de los ejércitos español y francés. Fue una victoria aplastante de los británicos. Nelson murió en la contienda, pero su final tan heroico trajo también su leyenda.

Nelson no habría estado allí de no haber sido por la valentía de un humilde marinero años atrás.

En 1797 Nelson era un oficial curtido en la batalla que había perdido la visión en su ojo derecho. Gran bretaña llevaba en guerra con Francia desde 1793 y el contralmirante Nelson tenía la misión de bloquear a la flota española en Cádiz.

El 3 de julio de 1797 lideró un grupo de barcos británicos en una incursión nocturna. La barca de Nelson, al frente de todas las demás, se vio metida en combate con la tripulación de un barco español. Al observar que su oficial al mando estaba en peligro, el timonel de Nelson, John Sykes, se puso delante para recibir las heridas que iban dirigidas a Nelson.

Sin John Sykes habría muerto en ese momento. Según Nelson, el timonel le había salvado la vida dos veces.