21 de julio de 2024

SIN PATENTE

 

Eli Whitney (1765-1825) inventó la desmotadora de algodón en 1793, pero no ganó dinero con su invento porque no lo había patentado. Algo parecido le pasó, de forma voluntaria, al farmacéutico y químico John Walker, pensó que un instrumento tan importante debía ser propiedad pública y, además, que él no era un auténtico inventor y nunca patentó su invento de 1826; las cerillas de fricción.

Wilhelm Konrad Roentgen descubrió los rayos X en 1895, con ello se inició una revolución científica, se negó por razones éticas a permitir que los rayos llevaran su nombre y a solicitar la patente para su descubrimiento, porque le parecía indigno obtener ganancias económicas de él. Debido a ello, a pesar de haber ganado un premio Nobel por su descubrimiento murió pobre.

Rudolf Diesel (1858-1913) un ingeniero alemán, aunque nacido en París, interesado en las técnicas de refrigeración de motores, inventó un sistema que utilizaba amoniaco supercalentado, en lugar del vapor de agua que se venía usando hasta entonces, por lo que consiguió de ese modo cuadriplicar la presión resultante y, por tanto, el rendimiento potencial de los motores. Muchos se aprovecharon de sus avances, pero no estuvo entre ellos el propio Diesel, que no había patentado el invento. Arruinado y desesperado, después de muchos intentos de construir motores diésel eficaces, desapareció en una travesía del Canal de la Mancha, donde se supone que se suicidó arrojándose a sus aguas. También existe otra teoría sobre su muerte, cuentan que puede que fuera asesinado por agentes alemanes para que sus inventos no se divulgasen.

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