2 de julio de 2019

LOLO, EL BURRO PINTOR


En el año 1910 se celebraba en el Salón de los Independientes de París una exposición muy importante de arte visual inédito. La exposición reunió a muchos artista de varios estilos, siendo la obra más visitada y admirada una pintura expresionista: “Coucher de soleil sur l’Adriatique” (Atardecer en el Adriático).

Estaba realizada por el enigmático y desconocido artista Joachim-Raphaël Boronali, supuestamente nacido en Génova. La pintura estaba compuesta por un conjunto de fuertes trazos y caóticos, colores amarillos y naranjas que, según los entendidos, representaba un acto de furia y una maravilla del arte expresionista.

Al poco tiempo, apareció un escritor y pintor que se presentó como Roland Dorgelés, aportó pruebas inequívocas de que Rafael era en realidad un burro llamado Aliboron, para los amigos y conocidos, Lolo, propiedad del músico y gerente del restaurante Lapin-Agile, Père Frédé (Fréderic Gerard). Dorgelés, era un joven de 24 años cuyo verdadero nombre era Roland Lecavelé, lo había planeado todo con un amigo.

Antes de la exposición había llevado a Lolo a un lugar tranquilo y, después de ponerlo de espaldas a un lienzo, procedieron a atarle varios pinceles en la cola, en presencia de un notario que diera fe de la realidad de la pintura. Una vez que estuvo todo preparado, fue suficiente ofrecerle unas zanahorias a Lolo para que moviese la cola y “pintase” el lienzo.

Los críticos se convirtieron en el chiste fácil de todo París. El interés de la obra creció hasta tal punto que terminaría siendo vendida por cuatrocientos francos.

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