1 de marzo de 2019

GRIMOD DE LA REYNIÈRE Y EL ANFITRIÓN DE UN BANQUETE


El gastrónomo Grimod de la Reynière escribió y publicó en el año 1808, el “Manual de los anfitriones”, con el fin de inculcar en la nueva sociedad, nacida de la Revolución, los finos modales, así como los preceptos de urbanidad y elegancia que imperaban en tiempos de la monarquía.

Sobre el anfitrión en un banquete decía:

“El anfitrión pasará el primero al comedor, pues no es el momento apropiado para hacer ceremonias cuando la comida espera. Su puesto será en el centro de la mesa, permaneciendo de pie hasta acomodarse todos”.

Grimod recomienda colocar en cada cubierto una cartulina para que los comensales sepan dónde han de sentarse. También recomienda que el anfitrión “haga plato”. Colocada ante él la sopera, iba sirviendo por turno a los invitados. Grimod aconseja la costumbre implantada por mademoiselle Contat, actriz de la Comédie Française, que era el colocar los platos de sopa ya servidos en cada cubierto, o sea, servida por los criados.

También dice que cada día estaba más de moda poner los vasos y las botellas en la mesa, Grimod lo explica: “Antiguamente, cada vez que un comensal quería beber, los lacayos traían en bandeja un vaso limpio y dos botellines, uno con agua y el otro con vino. A finales del siglo XVIII los lacayos, para ahorrarse trabajo, inventaron el presentar solamente el vaso ya servido, dosificando el agua y el vino a su antojo, de manera que unas veces venía el vino puro y otras aguado”.

Otro precepto que cuenta del tema anfitrión: “Se procurará de no hacerse acompañar por su lacayo para no ofender al anfitrión, por si no lo tuviera, y en caso de llevarlo, se guardará de conversar con él durante el banquete no de reñirle, dirigiéndole tan solo la palabra para asuntos importantes, y por cortesía, se hará que atienda a los demás invitados.

No es correcto molestar al anfitrión pidiéndole más porciones que las servidas por él; en cambio, éste se cuidará de que nunca queden vacíos los platos de sus invitados. Si se sirve uno mismo del plato que tiene delante, se cogerá tan solo un pedazo, procurando hacerlo de prisa para que no parezca que se está eligiendo”.

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