16 de marzo de 2019

EL TOLOACHE (LEYENDA DE MÉXICO)



Vivía en México un poderoso rey, padre de siete príncipes. Una noche, cuando el rey dormía tranquilamente fue despertado por los lamentos de una niña, que, desnuda y hambrienta, había llegado nadie sabía de dónde. Conmovido por su belleza, la adoptó y educó con el cariño de un padre.

La niña crecía y su maravillosa belleza iba en aumento, llegando a convertirse en una joven encantadora, que los siete hijos del rey se enamoraron apasionadamente de ella. Desde entonces la paz dejó de reinar en palacio, entre los hermanos surgió el odio y los celos. La chica, les quería como hermanos, pero no amaba a ninguno, los jóvenes príncipes decidieron que uno de ellos se casaría con ella, para ello acordaron citarse para un combate, del que solo podía sobrevivir uno de ellos, que sería el que se casaría con la chica.

Cuando el rey se enteró de lo acordado, creyendo que no podía impedirlo de otra manera, ordenó a sus sirvientes que matasen a la chica. Siguiendo las órdenes de su señor, se la llevaron al monte, y allí, creyéndola muerta la abandonaron malherida y sin sentido.

Cuando la joven despertó, muerta de miedo corrió sin rumbo a través de la selva, a oscuras y sin rumbo. Cuando estaba a punto de morir de miedo, salió la luna llena y el toloache abrió sus flores. Una de ellas habló, ofreciendo refugio a la chica. Ella, reduciéndose prodigiosamente de tamaño, se introdujo dentro de la flor.

Allí vive desde entonces y allí sanaron sus heridas. A cambio, el toloache adquirió sus maravillosas facultades. Su jugo ensombrece los párpados y dilata las pupilas, aplicado en la piel, calma los dolores y, si tomas la hierba en infusión, te hará dormir e incluso matarte. Desde entonces, para ocultar a su protegida, el toloache solo abre sus flores las noches de plenilunio, y ni los príncipes, sus siete enamorados, que la buscaron transformados en mariposas, pudieron encontrarla, porque los insectos nunca se acercan al toloache, pues saben que el aroma que despiden sus flores es mortal.

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