22 de enero de 2019

MADAME D'AULNOY VISITA EL SANTO CRISTO DE BURGOS



Madame D’Aulnoy (1651-1705) fue una escritora francesa, además de ser conocida por sus cuentos de hadas, también lo es por su relato del viaje a España, escrito en 1679.

“Quise ver en el convento de Agustinos el Santo Cristo conservado en una capilla del claustro, tan grande y tan sombría, que para ver la imagen tienen encendidas constantemente sus lámparas; éstas pasan de ciento, siendo unas de oro y otras de plata, de un tamaño tan extraordinario que cubren toda la bóveda de la capilla.

Hay también 60 candeleros de plata más altos que un hombre de buena estatura, y tan pesados, que para moverlos se necesita el esfuerzo de dos o tres obreros; están alineados en el suelo a uno y otro lado del altar, adornado con cruces y coronas de rica pedrería, donde abundan los diamantes y las perlas. La capilla esta ricamente tapizada de tisú y tan cubierta de ofrendas y exvotos, que no hay lugar para todos los que a allí se destinan, de manera que se guardan muchos en las arcas.

El Cristo, de tamaño natural, está colocado sobre un altar y cubierto con tres cortinas bordadas de perlas y pedrería; cuando se descorren, lo cual no se hace más que para recibir la visita de altos personajes o en las grandes ceremonias, repican las campanas y todo el mundo se pone de rodillas. Ciertamente, aquel sagrado lugar y aquella divina imagen inspiran religioso respeto.

El Crucifijo está perfectamente labrado y ofrece toda la realidad de carne humana; está cubierto desde el estómago a los pies con una tela fina y muy plegada, como una enagua, que a mi juicio le hace desmerecer bastante. Me han contado que algunos religiosos de la ciudad lo robaron una vez para tenerlo en su convento, y que al día siguiente apareció de nuevo el Cristo en su antigua capilla; de nuevo se lo llevaron a viva fuerza, y de nuevo la imagen volvió a su lugar. Sea de esto lo que quiera, muchos milagros se le atribuyen y mucha devoción inspira. Los frailes que le cuidan afirman que suda todos los viernes”.

Nota-El Cristo se encuentra en la actualidad en la Catedral de Burgos. Durante la guerra de la Independencia se trasladó a la catedral para que estuviera más seguro, después volvió a San Agustín, cuando se produjo la desamortización de Mendizábal, en 1860, el Cristo volvió a la catedral, donde permanece desde entonces.

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