6 de noviembre de 2016

INFANCIA Y JUVENTUD DE MATA-HARI


Margarita Gertrudis Zelle (años después Mata-Hari) nació en 1876 en Holanda. Su padre no era rico, trabajaba como sombrero, aunque no le iban muy bien los negocios, se las ingenió para darle a su hija una educación burguesa y convencional, por lo que no conoció limitaciones ni privaciones.

En 1889, cuando Margarita tenía trece años, su mundo de lujo se derrumbó poco a poco, la familia empezó a tener graves problemas económicos. Las peleas entre sus padres eran cada vez mayores y los enfrentamientos más acalorados. Al final el padre se divorció de su esposa Antje. La madre no llegó a sobrevivir un año.

Cuando su madre falleció, la joven se fue a vivir a casa de su padrino, el Sr. Visser, que se preocupó de ella y trato de ayudarla en todo lo que pudo. Gracias a sus gestiones, y a la magnífica formación que Margarita había adquirido en el pasado, pudo asistir a la escuela normal para maestras de niños desamparados de Leyden. Una institución en la que solo podían estudiar aquellos jóvenes que tuvieran muy buenos estudios preparatorios, requisito que ella cumplía sobradamente, no solo por haber estudiado en las mejores escuelas, además contaba con una formación cultural muy esmerada. Hablaba un poco de inglés, francés y alemán.

A esa misma edad, trece años, se dio cuenta que los piropos que sus padres le dirigían cuando decían que era muy guapa, no eran mentira, ya que protagonizo la primera tragedia de amor: el director del instituto en el que estudiaba, se enamoró perdidamente de ella, teniendo que intervenir el padrino de Margarita que la envió con otros parientes que residían en La Haya.

En la gran ciudad, la joven, que tenía diecisiete años, se quedó fascinada por todo lo que veía. Lo que más, los uniformes en general, los de los oficiales en particular. Su oportunidad llegó con el anuncio en un periódico que decía: “Oficial con permiso, de las Indias Orientales Holandesas, desearía conocer chica de buen carácter con fines matrimoniales”. Contestó al anuncio, acompañado de una fotografía, compensando su mal carácter (era ambiciosa, caprichosa, mimada, inconstante…) con su belleza. El Oficial John Mcleod, veinte años mayor que ella, le contestó, se escribieron durante un tiempo y, cuatro meses después, el 11 de julio de 1895 se casaron. Ella tenía diecinueve años, él treinta y nueve.

La historia sigue en: MATA-HARI

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