19 de febrero de 2016

PHILIPPE PETIT, EL FUNAMBULISTA DE LAS TORRES GEMELAS


El 7 de agosto de 1974, Philippe Petit (1949), un joven funambulista francés de veinticuatro años, caminó sobre un alambre tendido a cuatrocientos nueve metros de altura entre las Torres Gemelas de Nueva York. Para lograrlo utilizó un cable de más de doscientos cuatro kilos y un contrapeso de 7,9248 metros de largo y unos veinticinco kilos de peso.

Su proeza la planificó durante seis años, durante los cuales se coló en las torres y aprendió sobre los edificios, apreciando que cuando hacía viento las torres se balanceaban y aprendiendo a llevar el cable de acero a través del hueco de 42,672 metros que separaba las torres.

Para poder acceder a las torres, falsificó para él y para sus colaboradores tarjetas de identificación como contratistas que estaban instalando una valla electrificada en la azotea. De esta manera, pudieron subir en un montacargas hasta el piso 104, llevando todo el equipo necesario el día antes, y lo almacenaron a tan sólo diecinueve escalones de la azotea.

Para pasar el cable a través del vacío utilizaron un arco y una flecha; primero dispararon un sedal, y dispararon cuerdas cada vez más gruesas hasta que lograron pasar el cable de acero. Usaron vientos para estabilizarlo y reducir el balanceo.

El 7 de agosto de 1974, a las siete y cuarto de la mañana, Philippe partió de la torre sur sobre su cable de acero. Cruzó ocho veces de un lado a otro, durante cuarenta y cinco minutos que fue lo que duró su gesta. Durante ese tiempo, además de caminar, se sentó sobre el cable, hizo una reverencia y habló con una gaviota que volaba sobre su cabeza.

La primera persona que lo vio fue una mujer afroamericana que salía del metro y le pareció ver a una persona entre casi las nubes. En unos minutos, la policía, casi al completo, de Nueva York se encontraba en los alrededores del World Trade Center totalmente anonadados. El sargento Daniels, del Departamento de Policía de la Autoridad Portuaria, fue el encargado de hacer bajar a Philippe,  Y contó lo que pasó:

“Cuando nos vio, sonrío y empezó a reír, iniciando una danza sobre el cable… Cuando llegó al edificio, le pedimos que bajara de la cuerda, pero en lugar de eso se dio media vuelta y corrió de nuevo hacia la mitad… donde se balanceó arriba y abajo. Sus pies perdían contacto con el cable y volvían a colocarse de nuevo sobre él. Todos estábamos hechizados viéndole”.

Al final, Petit fue avisado por su amigo en la torre sur de que un helicóptero de la policía lo iba a buscar. Había empezado a llover y Petit en vista del peligro que corría, se entregó. Fue arrestado nada más bajar del cable. Lo esposaron.

Al ser preguntado por la razón de su aventura, él dijo: “Cuando veo tres naranjas, hago malabares; cuando veo dos torres, las cruzo”. Al final debido al éxito obtenido, le retiraron todos los cargos que se le habían imputado. La Corte, condenó a Petit a realizar un espectáculo para los niños de Nueva York. Ese espectáculo se llevó a cabo en Central Park, sobre el lago Belvedere (Turtle Pond).

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