28 de febrero de 2016

MARATONES CON TRAMPA


En los Juegos Olímpicos de St. Louis (Missouri) de 1904, Fred Lorz competía en la prueba de maratón, y fue el primer competidos en cruzar la línea de meta, como ganador se le premió con una corona de laurel, la encargada de ponérsela en la cabeza fue Alice Rooselvet, hija de Theodore Roosevelt, presidente de Norteamérica. Rápidamente fue descalificado por hacer trampas.

El fraude era el siguiente; a mitad de la competición, empezó a sentirse mal, así que decidió parar de correr y subirse al coche de un funcionario que en ese momento pasaba por allí. Le pidió que lo llevase hasta el estadio para recoger su ropa. Recorrieron los once kilómetros que les separaban del estadio, y al llegar a la puerta, fred, que se encontraba mucho mejor, entró corriendo al Estadio Olímpico y cruzó la meta, según contó más tarde, de broma. La gente aplaudió su llegada, y él se dejó llevar por el entusiasmo.

Una vez descubierta su trampa le quitaron el premio. En su lugar el ganador de la prueba fue Thomas Hicks, al que acusaron de haberse dopado, pero tuvo suerte, en ese momento no era ilegal. Al año siguiente, 1905, Fred Lorz ganó la maratón de Boston, en esta ocasión sin trampas.

Boris Onischenko, oficial del Ejército soviético, participó en los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976. Su modalidad era el pentatlón moderno, deporte que está compuesto por cinco disciplinas, una de ellas es la esgrima. Boris ideó un sistema que encendía la luz que registra los aciertos en el marcador, incluso cuando había fallado. Mediante un cable dispuesto en su espada y un pulsador colocado en su mano era capaz de registrar un toque cuando quería.

Onischenko ya había ganado una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972. Después de sus trampas, tuvo que abandonar los Juegos. Los periódicos decían en sus titulares: “Boris el Tramposo”.

En la Maratón de Bostón de 1980, la atleta de Estados Unidos y origen cubano Rosie Ruiz, surgió de la nada en la última milla y ganó la carrera femenina. Rosie no aparece en ninguna de las fotos de la carrera. Terminó la carrera en dos horas treinta y un minutos, pero los jueces sospecharon ya que no estaba ni sudada ni cansada, tampoco recordaba los detalles de la ruta. un fotógrafo aseguró que la había visto en el metro. Según algunas informaciones ya había ganado la Maratón de Nueva York, con trampas claro. La descalificaron de ambas carreras. Su carrera en la vida tampoco estaba muy limpia, venta de droga, fraudes, robos, etc.

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