20 de enero de 2016

HISTORIAS DE SANTOS


San Lorenzo (225-258), murió en el año 258, asado en una parilla, lentamente. Sobre su tumba se construyó una iglesia, que es una de las siete basílicas de Roma. Algunas iglesias italianas aseguran tener alguna de las reliquias del santo; la parrilla, un brazo, la mandíbula, un pie, dos costillas y grasa corporal.

Cuando la santa María Magdalena de Pazzi (1556-1607) entraba en éxtasis, cosa que ocurría con frecuencia, pronunciaba las palabras tan rápido, que necesitaba de seis secretarias para que fueran apuntando lo que iba diciendo. En ocasiones hablaba durante días enteros.

La iglesia católica tiene 60 santos registrados con el nombre de Juan.

Durante el siglo XVII, en algunos pueblos del sur de Francia, se veneraba el falo de San Foutin, primer obispo de Lyon. Las mujeres acudían a la iglesia para cortar virutas de su enorme pene, con las que hacían pócimas para estimular su fertilidad. Los sacerdotes preocupados, colocaron un palo, haciendo de pene, y con encubiertos golpes con un mazo de madera desde detrás el altar, iba recuperando las dimensiones que las mujeres le iban quitando.

San Patricio (385-461), patrón de Irlanda, no era irlandés, era británico. Nunca había visitado Irlanda hasta que fue secuestrado por irlandeses. Después e haberse escapado, se convirtió en sacerdote y obispo, volvió a Irlanda como misionero, y su éxito lo convirtió en santo patrono.

San Francisco de Asís (1181-1226) es la primera persona, que se sepa, que sufrió un estigma. En el año 1224, según cuentan vio un ángel con seis alas que llevaba a un hombre crucificado en el monte Alberno en los Apeninos. Después de esa visión, entró en trance y le aparecieron heridas en las manos, pies y costados, como si hubiera estado crucificado. Los papas Gregorio IX y Alejandro IV, comprobaron la autenticidad de esos estigmas.

San Pantaleón (275 d. C.305 d. C.), ejerció como médico personal de Galerio Maximiano, co-emperador romano, ese cargo lo compatibilizaba con curar a los pobres. Fue denunciado por ello por el otro co-emperador Dioclesiano. Fue condenado a muerte en el año 305, según cuenta la leyenda, sus verdugos probaron hasta seis manera de matarlo; plomo fundido, hogueras, fieras hambrientas, la rueda, la espada, ahorcamiento. Al final lo decapitaron.

Cada 27 de julio, la sangre de San Pantaleón, guardada en una ampolla y conservada en la Iglesia del Real Monasterio de la Encarnación, pasa de sólida líquida. Cuenta la leyenda que eso es buena señal, ya que el año que no se produzca, significará que se producirán grandes catástrofes.

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