30 de enero de 2016

CAYETANO RIPOLL: EL ÚLTIMO HEREJE


El 31 de julio de 1826, se llevó a cabo la última ejecución de un acusado por un delito de herejía, fue Cayetano Ripoll (1778-1826), un catalán, maestro de escuela.

No fue la Inquisición la que ordenó ejecutar a Cayetano, ya que hacía trece años que a la Inquisición la habían obligado a suspender sus malignas prácticas, quién se lo prohibió fueron las Cortes de Cádiz. Pero como la Iglesia seguía haciendo lo que quería, con la aprobación de Fernando VII, se crearon los Tribunales de la Fe, lo mismo pero con distinto nombre.

El Tribunal de la Fe el arzobispado de Valencia, cuyo presidente era el obispo Simón López García, fue el que firmó la sentencia de Cayetano, que fue acusado de leer libros diabólicos, de tener contacto con masones y de no llevar a sus alumnos a misa. Además de no creer en los dogmas católicos.

Se le acusó de hereje y se le condenó a la horca, para más mofa, le subieron a un barril con llamas pintadas para que pareciera una hoguera, y la horca fue adornada con caras de demonios y fuegos infernales.

Fue el último ejecutado en España por el delito de herejía. La última persona condenada a muerte por la Inquisición fue María Dolores López, que en 1781, fue estrangulada a garrote vil en Sevilla, su cadáver fue arrojado a la hoguera. Hasta ocho años después no desaparecieron ni la Inquisición, ni los Tribunales de la Fe.

2 comentarios :

redhead DICE

La leyenda negra: aparte de la propaganda, en Granada los viajeros románticos del XIX eran dirigidos hacia una casa-covacha. Allí en la penumbra, un gitano te iba mostrando objetos de hierro que eran los empleados por la Inquisición. Huelga decir que era todo falso.

Ana DICE

Redhead, ya sabes, la picaresca española para sobrevivir como pueden. Un saludo.