16 de julio de 2015

EL SER MÁS PODEROSO DEL MUNDO (FÁBULA DE BUDA)


Paseaba un día un hechicero indio por la orilla del Ganges, cuando de repente sobre su cabeza pasó volando un búho que levaba un ratoncito en su pico.

El búho asustado, soltó la presa, y el hechicero cogió al ratoncito herido, lo curó y lo transformó en una bella joven, diciéndole:

-Ahora, tenemos que buscarte un esposo. ¿Con quién te gustaría casarte? Tienes que saber que soy un hechicero y tengo el don de hacer grandes prodigios y satisfacer todos tus deseos.

La joven que lo miraba con unos ojos que desprendían alegría, le contestó:

-Pues bien, me gustaría ser la esposa de la persona más poderosa del mundo.

-Nada hay más grande en el mundo que el Sol. Así que te casaré con él. Le contestó el mago. Y le suplicó al Sol que aceptase la mano de su hija adoptiva.

El Sol respondió: -Yo no soy el ser más poderoso. Mirad si no cómo basta una nube para cubrirme y velar mi luz. Ella es más fuerte y su poder excede al mío.

El hechicero acudió entonces a la nube y le ofreció la mano de la joven. La nube le respondió: -Hay una cosa más fuerte que yo. El viento me arrastra donde quiere.

El mago de repente se dio cuenta que la montaña era más poderosa que el viento, pues se elevaba altiva entre las nubes y detenía a los más bravos vendavales.

-La montaña le dijo: -Alguien es más fuerte que yo. Mira aquel ratón que me perfora y vive en mi cavidad contra mi voluntad. Mi poder, que divide las tormentas, no basta para infundir respeto al ratón.

El mago se quedó muy triste por el fracaso de su búsqueda, pensado que su protegida no querría casarse con el ratón. A pesar de ello aprendió que el ratoncillo era el ser más poderoso del mundo.

La solución fue convertir a la bella joven otra vez en una ratita y la casó con el ratón de la montaña. Vivieron felices durante muchos años.

Moraleja: Por mucho que alteremos nuestra apariencia, en el fondo siempre seremos los mismos.

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