5 de julio de 2015

ABANDONO INFANTIL EN LA ANTIGÜEDAD


En la antigüedad era muy común el abandono infantil. En la cultura romana, cuando un niño nacía era presentado al “pater familias”, quien lo aceptaba en la familia tomándolo en brazos o, si lo creía adecuado, lo rechazaba. En este caso, normalmente lo abandonaban en el templo de la Pietas, en concreto en la columna lactaria, donde podía ser recogido, en muchos casos no era así.

En Esparta, a los recién nacidos con algún defecto físico, los arrojaban desde lo alto de una colina. Los antiguos egipcios se deshacían de los niños dejando que se los llevase la corriente del Nilo.

La aprobación antigua por el abandono de niños pequeños se basa en los numerosos personajes de la antigüedad que fueron abandonados al nacer: Sargón de Akad, Rómulo y Remo, Ciro I el Grande, Moisés, Edipo, etc. En la Antigua Roma, llegó un momento, que muchos filósofos se manifestaran en contra de ello. No sólo se abandonaban bebés, también menores de edad.

Los motivos fundamentales del abandono infantil eran por problemas económicos, planificación familiar, malformaciones en recién nacidos, discriminación por sexo. Siempre era el cabeza de familia el que decidía, por esa razón muchos de ellos, que preferían tener pocos herederos para concentrar su patrimonio. Y abandonando a los menores, lo conseguían.

Para poder abandonarlos, los padres antes debían enseñarlo a cinco hombres, vecinos cercanos, para saber si ellos también estaban de acuerdo en el abandono.

0 comentarios :