26 de mayo de 2015

RECETA PARA FABRICAR ORO


Teófilo, un monje del siglo VII que vivía la Abadía benedictina de Helmarshausen, en Hesse (Alemania), en su obra “De los diversos artes” (De diversis artibus), cuenta como los alquimistas fabricaban el oro español, un oro muy manejable y de muy buena calidad. La receta es la siguiente:

“Lo primero es generar basiliscos, reptiles puestos por un gallo viejo. Tienen bajo la tierra una habitación en que el techo, el piso; y todas las partes son de piedra, con dos pequeñas ventanas tan angostas que apenas se puede ver a través de ellas.

Colocan en ella dos viejos gallos de doce a quince años, y les dan de comen en abundancia. Cuando están suficientemente gordos, por el calor de su gordura, se aparean y ponen huevos, entonces, retiran los gallos, y en su lugar colocan sapos para empollar los huevos, a los que se alimenta con pan.

Una vez los huevos empollados, nacen polluelos machos, como los de las gallinas, a los que al cabo de siete días les crece cola de serpiente: inmediatamente si la pieza no tuviera el piso de piedra, entrarían en la tierra. Para prevenir esto, los que los crían tienen unas vasijas redondas de bronce, de gran capacidad, perforadas por todas partes con orificios muy estrechos: meten a los polluelos adentro, tapando los orificios con tapas de cobre y los entierran durante seis meses, los polluelos se alimentan de tierra fina que penetra por los agujeros.

Después de esto, sacan las tapas y les prenden fuego hasta que los animales estén completamente quemados. Una vez enfriados, los sacan y los muelen cuidadosamente agregando un tercio de sangre de hombre pelirrojo. Esta sangre desecada será triturada. Ambas cosas reunidas son remojadas en vinagre fuerte en una vasija limpia.

En seguida, se toman dos láminas muy delgadas de cobre rojo muy puro, se esparce sobre cada lado una capa de la preparación anterior y se ponen en el fuego. Cuando se ha calentado, se retiran, se apagan y se lavan en la misma preparación.

Se sigue este procedimiento hasta que la preparación haya corroído todo el cobre, de ahí el peso y el color del oro. Este oro está listo para todos los trabajos deseados”.

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