11 de mayo de 2015

LICURGO Y LA RHETRA


Licurgo (800 a. C.-730 a. C.), subió al trono de Esparta, después de que su padre muriera apuñalado cuando trataba de solventar una pelea. Poco tiempo después también murió su hermano mayor. Cuando sólo llevaba unos meses en el poder se enteró de que su cuñada viuda estaba embarazada, entonces se determinó que si el recién nacido era varón, subiría al trono y Licurgo se limitaría a ser su tutor.

La viuda le propuso en secreto que se deshicieran del niño antes de que naciera para casarse con él y reinar juntos, Licurgo le respondió que se libraría del bebé una vez que hubiera nacido. Llegado el día, hizo que le trajeran al niño y, llevándolo en sus brazos, lo enseñó a los espartanos proclamando el nacimiento del heredero.

Eso le sirvió a Licurgo atraer el odio de la familia materna del nuevo rey, trataron de sembrar la calumnia en torno a él, dando a entender que pretendía usurpar el poder. Para huir de las sospechas se embarcó en un viaje por el Mediterráneo oriental, de paso aprovechó para tomar nota de las formas de gobierno de distintas ciudades del mundo, para luego aplicarlas en su patria. Viajó a Creta, Egipto, India, etc.

La etapa definitiva de su viaje fue cuando visitó el santuario de Apolo en Delfos. Allí el dios, por boca de su sacerdotisa, la Pitia, le inspiró la “Gran Rhetra” o “Gran Pronunciamiento”, la ley con la que Licurgo estaba decidido a reformar la sociedad espartana.

La Rhetra, decía así: “Tras crear una “gerousia” (consejo de ancianos) de treinta, incluidos dos “Arkhagetes” (guías del pueblo), congrega a la “apella” (asamblea de guerreros) periódicamente, y úsala para aprobar y rechazar. Al pueblo, victoria y poder”.

Licurgo no sólo les comunicó el oráculo a sus compatriotas. Él quería refundar la sociedad espartana sobre la base de la plena igualdad entre los ciudadanos. Para ello dictó una serie de nuevas rhetras, que nunca fueron escritas. Algunas de ellas fueron:

-Repartir a partes iguales el territorio.
-Anular el valor de las monedas de oro y plata (en su lugar se emplearía monedas de pesado hierro.
-Los espartanos no podrías salir libremente de la ciudad.
-Intentó prohibir el comercio exterior, etc.

Cuando alguien le comentó que el número de rhetras esa muy escaso, el contestó: “los que usan pocas palabras no precisan muchas leyes”.

Muchos de los nobles se sublevaron, y le expulsaron del ágora bajo una lluvia de piedras, se refugió en un templo, un joven le persiguió y le sacó un ojo con un bastón. Cuando el pueblo le entrego al joven Alacando, por lo de la agresión, Licurgo se lo llevó a su casa, y ordenó que lo mantuvieran a su lado como criado sin imponerle un castigo.

Una vez que consolidó el gobierno y vio que los logros adquiridos habían convertido a Esparta en una potencia, se empezó a preocupar por la manera de perpetuar su Constitución. De nuevo visitó al Oráculo, que le respondió que las leyes decretadas bastaban para que la ciudad fuera feliz.

Licurgo decidió quitarse la vida por inanición para no regresar y que su Constitución no se modificara. Efectivamente durante 500 años nada cambió.

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