9 de abril de 2015

TRAVESÍA DE LA FLOTA DE LAS INDIAS


La flota abandonaba el litoral de la península y empezaba su viaje por el llamado “Mar de las Yeguas”, que se encontraba entre San Lúcar y Canarias. Se cubría en unos diez o doce días, dependiendo de las condiciones del mar.

En cabeza iba la Capitana, con estandarte izado en el palo mayor. Le seguían los mercantes. Cerrando la formación, la Almiranta, con insignia izada en el mástil de popa. El resto de buques iban a barlovento de los mercantes, para acercarse a ellos con rapidez en caso de ataque.

El viaje era muy lento, la causa era la gran carga que llevaban. Los más pesados imponían la marcha del resto de la flota. Normalmente tardaban unos tres meses y medio en una carrera, un navío ligero lo recorría en tres semanas.

Desde Canarias la flota se adentraba en el llamado “Mar de las Damas”, se decía que hasta las mujeres podían gobernar allí las embarcaciones, por las buenísimas condiciones meteorológicas. El tiempo pasaba muy lento. A veces se ordenaban zafarranchos de combate para tener entrenada a la tropa y marinería, por posibles ataques enemigos. La única distracción a bordo eran los oficios religiosos, a los que estaban obligados a acudir todos.

Los pasajeros no podían jugar ni blasfemar. Servían la comida dos veces al día. Los pajes se la servían a los pasajeros. Al principio del viaje no era mala, constaba de carne, verduras y frutas, pero en cuanto se acababan, comenzaban las legumbres y a medida que avanzada la travesía, terminaban alimentándose solamente con miel, queso, aceitunas y cecina, los marineros comían casi exclusivamente cecina.

Cuando llegaba la noche, se encendía el gran fanal en la Capitanía, que era el que guiaba la flota. Algunos buques encendían faroles de situación. El Mar de las Damas se atravesaba en un mes, al cabo del cual se alcanzaba la isla Dominica, donde se hacía una pequeña escala. Se bajaba a tierra y se hacían grandes comidas. Los que iban a América por primera vez contemplaban asombrados todo lo que pasaba a su alrededor.

Proseguían para Veracruz o para Nombre de Dios. Ese tramo del viaje duraba otro mes. Por el camino se iban desprendiendo de la flota de la Nueva España, los buques con destino a Honduras, Puerto Rico, Santo Domingo y Cuba. La flota de Los Galeones ponía rumbo a Cartagena, donde se hacía una larga escala de dos semanas, ya que era necesario descargar la mercancía destinada al Nuevo Reino de Granada. Después se proseguía a Nombre de Dios.

0 comentarios :