11 de abril de 2015

ANNIE EDSON TAYLOR Y EL BARRIL


Annie Edson Taylor (1838-1921), nació en una familia acomodada, después de la muerte de su padre la economía familiar cambio. Fue profesora en una escuela, profesora de baile, montó un negocio, que tuvo que cerrar por su mala gestión. Ansiosa de fama y de dinero que le permitiera vivir con las comodidades que tuvo en su infancia, aprovechó que se iba a celebrar la Exposición Panamericana de 1901, en Buffalo, para llevar a cabo el plan que había ideado.

Mandó construir un barril de roble, cuando estuvo listo añadió un yunque en la base para que hiciera de contrapeso, acolchó su interior para protegerla de los golpes. Para asegurarse el éxito, pidió ayuda a Frank M. Rusell, promotor de espectáculos. Frank creó una gran expectación publicando en los periódicos locales el acontecimiento, sin indicar quien era la protagonista.

Al mes siguiente, el 8 de octubre, se enseñó el barril en el escaparate en una tienda situada en el centro de la ciudad. El 10 de octubre, Frank cogió el barril y se fue con él a las cataratas del Niágara para hacer publicidad de la hazaña.

El 24 de octubre, día del cumpleaños de Annie (cumplía 63 años), el barril y Annie fueron llevados hasta la corriente central del río, a un kilómetro del salto. Se metió dentro del barril, se cerró la tapa, y con una bomba de bicicleta, se introdujo dentro el aire necesario para que no muriera asfixiada. El barril llegó al borde de la catarata Horseshoe a las cuatro y media de la tarde, cayó los cincuenta y tres metros de altura, y un minuto más tarde flotó en la base. Quince minutos después, el barril llegó a la orilla, abrieron la tapa y Annie salió sana y salva, solamente tenía unas pequeños rasguños y una brecha en la cabeza.

Poco tiempo después de su proeza, Frank Rusell desapareció con el barril. El poco dinero que había ganado Annie participando en conferencias contando su hazaña, se lo gastó en buscar a Frank y al barril. Tuvo que sobrevivir posando para los turistas o como vidente, en una tienda de souvenirs que abrió.

Annie murió a los ochenta y tres años. Sus restos se encuentran en el cementerio de Oakwood, Chatsworthh, (Los Ángeles, California), muy cerca de las cataratas.

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