21 de marzo de 2015

LA EKKLESIA EN ATENAS


La “Ekklesia” era la principal asamblea de la democracia de Atenas, fue instaurada por Solón en el 594 a. C. Tenía un carácter popular y estaba abierta a todos los varones. Era utilizada para designar magistrados. Se reunían una vez al mes, más tarde se reunían tres o cuatro veces al mes. En el siglo V a. C., su miembros eran 43.000 personas.

Según la Constitución de Atenas, la Ekklesia celebraba, salvo casos de emergencia, cuatro sesiones al mes. La primera, la “soberana”, tenía unos puntos fijos en su agenda: abastecimiento de trigo, cuestiones de defensa y continuidad de los cargos de la Administración, unos 700 en el Atica y otros muchos en el Imperio.

Las sesiones empezaban por la mañana bajo la presidencia del “epistates”, que también lo era del “Pritaneo”, el consejo de gobierno permanente. En caso de debate, los oradores ocupaban la “béma”, pronunciaban sus discursos, y al finalizar, se procedía a la votación a mano alzada.

La agenda de la Ekklesia y las propuestas a debatir eran preparados de antemano por el segundo en importancia de los órganos de gobierno, la “Boulé” o consejo de los 500, compuesto de diez grupos de 50 ciudadanos, cada uno representante de una de las diez tribus en que se dividía la población del Ática. Sus miembros eran elegidos por sorteo en sus respectivos “démos” y ejercían sus funciones, remuneradas, por espacio de un año.

Los 50 consejeros de cada tribu constituían la permanente llamada Pritaneo con su sede en el Ágora, y durante un mes llevaban el peso de la dirección de la Ekklesia y de la puesta en práctica de sus acuerdos.

Las sillas más codiciadas por los consejeros eran los de “Areópago” y “arcontes”. El areópago gobernaba el Estado como el Senado. Los aerópagos habían sido antes arcontes, o sea magistrados anuales, eran elegidos entre los ciudadanos de las dos clases de mayor solvencia económica, los “pentakosiomedimnoi” (de renta anual igual o superior a quinientas medidas de trigo) y los “hippeís” o caballeros. Después de la reforma de Efialtes, en el 462, las funciones de los aerópagos quedaron reducías a las de un tribunal para casos de homicidio premeditado, incendio provocado y algunas formas de sacrilegio.

El de “Strategós” era el único cargo político que no se elegía por sorteo, sino por votación del pueblo en la Ekklesia. Ese cargo era renovable tantas veces como el electorado lo considerase oportuno. La ekkelsia escuchaba y respaldaba siempre al strategós, pero reservándose la facultad de no aceptar sus propuestas, o incluso de castigarlo.

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