24 de septiembre de 2014

ORIGEN DE LA DENTADURA POSTIZA


Hace más de dos mil años, los etruscos ya fabricaban unas prótesis dentales con puentes de oro. También conocían las técnicas para hacer un trasplante dental y fabricaban dentaduras postizas usando dientes de animales o de humanos que tallaban a la medida del paciente. No duraban mucho tiempo.

En la Edad Media, los dentistas no fabricaron dentaduras postizas. Por ese motivo no hubo ningún avance las prótesis dentales. A finales del siglo XVI, Isabel I de Inglaterra, disimulaba sus huecos de la ausencia de dientes, rellenándolos con tiras de tela que colocaba sobre las encías, de esa manera no se le hundían los labios con la falta de dientes.

A finales del siglo XVII la dentadura postiza no era muy conocida, solamente la gente adinerada podía permitirse el lujo de llevarla. Los dentistas median la curva de la boca con un compás. Los dientes superiores se sujetaban de lado a los dientes vecinos mediante ataduras de seda, ya que no era posible mantenerlos en su sitio, las piezas inferiores las tallaban a mano. Los dientes los suministraban humanos vivos, los vendían los pobres y eso les proporcionaba algún dinero.

Esos dientes eran engastados en encías artificiales fabricadas en marfil. Esas dentaduras no eran para comer con ellas, solamente servían para tapar los huecos por la falta de dientes. Antes de sentarse a la mesa se la quitaban y la guardaban en un estuche.

A finales del siglo XVII, el dentista Fauchard, apenado por los dolores que las damas de la corte soportaban por llevar dientes, ideó un sistema de fijación de los dientes superiores mediante muelles de acero que conectaban los dientes de arriba con los de abajo. Resultaba difícil mantener la boca cerrada, pero el dentista no le dio demasiada importancia a ese detalle.

En el siglo XVIII se pusieron de moda los trasplantes de dientes; les arrancaban los dientes al donante y se los colocaban al receptor. Al poco tiempo se volvió a utilizar la dentadura postiza. George Washington, presidente norteamericano la utilizaba, como uno de los principales problemas de las dentaduras era el mal olor que producían los dientes de marfil, el presidente los sumergía en oporto durante la noche.

El problema de los olores desapareció a finales del siglo XVIII, gracias a un dentista francés que inventó la dentadura postiza de una sola pieza. Eduardo Cope, científico y explorador norteamericano, logró salvar su vida, en una tribu indígena enemiga, asustándolos sacando una dentadura postiza de su boca, haciendo como que daba mordiscos en el aire. Los indígenas horrorizados, huyeron.

Desde entonces, hasta llegar a nuestros días, se han hecho dentaduras postizas de todo tipo hasta con dientes de difuntos y de celuloide.

2 comentarios :

Marina DICE

Que curiso, desconocia estos datos!

Ana DICE

Marina, si es muy curiosa la historia de la dentadura. Gracias por tu comentario, saludos.