26 de junio de 2014

CUANDO EL TUNKULUCHÚ CANTA... (LEYENDA MAYA)


En El Ma’ya’ab (Yucatán) vive un ave misteriosa, siempre va sola y vive entre las ruinas. Es el “tecolote” o “tunkuluchú”, cuentan que su con su canto anuncia la muerte. Unos dicen que lo hace por maldad, otros porque al tunkuluchú le gusta pasear por los cementerios en las noches oscuras, hasta hay quien dice que hace miles de años, una bruja maya, murió y se convirtió en tunkuluchú.

La leyenda más popular es esta:

Hace muchos años, el tunkuluchú era considerado el más sabio del reino de las aves. Los pájaros le pedían consejo por su inteligencia y su conducta seria y sensata.

Un día recibió una carta, en la que lo invitaban a una fiesta en el palacio del reino de las aves. A él no le gustaban las fiestas, pero decidió asistir, no estaba bien rechazar una invitación real. En el día señalado, llegó a la recepción vestido con sus mejores galas, los invitados se sorprendieron al verlo, era la primera vez que asistía a una fiesta de ese tipo.

Se le dio el mejor lugar en la mesa, comió los mejores manjares, acompañándolos con “balché”, el licor maya. No estaba acostumbrado a beber y con un par de copas, se emborrachó. A todos los invitados les ocurrió lo mismo, y la fiesta se convirtió en un desmadre de risas y silbidos. Cada ave quería ser la más graciosa, el tunkuluchú les ganó a todas las demás. Estaba tan borracho, que empezó a contar chistes, mientras bailaba y daba vueltas con una sola pata.

En esos momentos pasó un hombre maya. Al oír el alboroto que hacían los pájaros, entró en la fiesta dispuesto a molestarlos. Al poco rato, el también estaba borracho de beber balché. El maya empezó a reírse de cada pájaro, cuando le tocó el turno al tunkuluchú, corrió tras él para tirarle de las plumas, mientras el pájaro corría y se resbalaba Seguidamente el hombre fue a buscar una espina de una rama y clavó al tunkuluchú en las patas. El pájaro intentaba escapar, después de muchos esfuerzos, no lo logró, las demás aves creían que bailaba y en lugar de ayudarle reían.

El maya, cayó dormido por la borrachera, gracias a eso, dejó de molestar al pájaro. Todas las aves regresaron a sus nidos, riendo por el ridículo que había hecho el tunkuluchú. Él en cambio sentía vergüenza, después de lo sucedido nadie le respetaría.

Decidió vengarse de la crueldad del maya. Durante días enteros pensó en el peor de los castigos, era tanto su odio, que pensó que todos los hombres debían pagar por la ofensa que había sufrido. Buscó en sí mismo alguna cualidad que le permitiera vengarse y escogió usar su olfato. Después, fue todas las noches al cementerio, hasta que aprendió a reconocer el olor de la muerte.

Desde ese momento, el tunkuluchú se propuso anunciarle a los mayas cuando se acerca su hora final de la siguiente manera: Se para cerca de los lugares donde huele que pronto morirá alguien y canta sin parar. Dicen que cuando el tunkuluchú canta, el hombre muere.

3 comentarios :

Verónica Rivas Barrios DICE

Hola! Muy bueno tu blog!
Sabes quién es el autor de esa imagen? es genial y quisiera usarla en un artículo. Gracias!!

Ana DICE

verónica, no tengo ni idea, la encontré por internet. muchas gracias, saludos

Ana DICE

verónica, no tengo ni idea, la encontré por internet. muchas gracias, saludos