21 de diciembre de 2013

NACIMIENTO DE LA HIDROTERAPIA


La hidroterapia consiste en la aplicación del agua con fines terapéuticos. La palabra “hidroterapia” deriva del griego “Hydor” (agua en movimiento) y “Therapeia” (curación).

En el siglo XVIII en Silesia (antigua región de Europa Central), Siegmund Hahn, empleó y difundió la terapia con agua fría después de comprobar que su hijo menor Gottfried se curaba del tifus después de tratarlo a través de la hidroterapia. Su hijo mayor Johann Siegmund, médico, continuó utilizándola y publicó, en 1738, un libro titulado “Enseñanza sobre la fuerza y efectos del agua fresca en los cuerpos de las personas”.

Vinzenz Priessnitz (1799-1851) era un labrador que sufrió un accidente al recoger la cosecha en el que se rompió varias costillas y, al estar acostumbrado a ver a los animales curarse sus heridas con agua, se aplicó, durante un año, compresas de agua fría. A partir de ese momento comenzó a curar a sus vecinos.

Los médicos convencionales lo denunciaron y criticaron, no les sirvió de nada, se hizo tan famoso que esos ataques no le hacían daño. En el año 1839 atendió a 1700 personas, 120 eran médicos. En esa época existían en Europa Central 46 centros hidropáticos, en ellos se seguían los métodos de Priessnitz.

Sebastián Kneipp (1821-1897) era un sacerdote que se curó a sí mismo de tuberculosis con el tratamiento de hidroterapia. Fue párroco de Wörishofen y combinó ese trabajo durante 25 años con la curación de enfermos a través de la hidroterapia. Escribió varias obras: “Mi cura de agua”, “Mi testamento para sanos y enfermos”, “El cuidado de los niños”.

Arnold Rikli (1823-1906) era un fabricante de tintes que después de leer los libros de sus antecesores, se aplicó a sí mismo tratamientos hidroterápicos. Llamó a estos tratamientos “La cura atmosférica”, que consistía en hidroterapia con agua fría, agua caliente, baños de vapor. También utilizaba la luz del sol y el aire libre.

Louis Kuhne (1835-1901) tenía una fábrica de ebanistería, durante años probó en sí mismo diferentes tratamientos y desarrolló lo que llamó “La nueva ciencia de curar”. Se trataba de una recopilación de las prácticas de hidroterapia de sus antecesores. Según decía: “El diagnóstico del nombre de las enfermedades, es completamente inútil. Si la enfermedad es una, el modo de curarla debe ser uno. Este único tratamiento consiste en evitar la introducción de sustancias tóxicas en la alimentación y expulsar las que ya se han acumulado en el cuerpo”.

2 comentarios :

María DICE

Hola Ana! Muy buen artículo, si quieres saber un poco más sobre la historia de la hidroterapia y lo que sucedió antes del Renacimiento te dejo este artículo!

Gracias!

http://hidroterapias.es/historia-hidroterapia/

Ana DICE

Maríam muchas gracias por el enlace, enhorabuena por el artículo. Saludos.