9 de agosto de 2011

LAS COMIDAS DE OCTAVIO AUGUSTO


Octavio Augusto (Cayo Julio César Octavio), primer Emperador de Roma, 27 a. C.-14 d. C., comía muy poco y cosas muy normales. Le gustaba muchísimo el pan mezclado, los pescados pequeños, quesos caseros, pasas,higos frescos y dátiles. Comía en cualquier momento, según sus necesidades. Al no seguir ninguna regla la mayoría de las veces comía solo, antes o después de las comidas de sus invitados, en las cuales no probaba nada.

Con el vino también era muy sobrio, no bebía nada más que tres veces durante la comida. Cuando bebía más de seis copas, vomitaba. Le gustaba el vino de Retia, durante el día no solía beber, tomaba pan mojado en agua fría, o un trozo de pepino, o un cogollo de lechuga, o una fruta ácida y jugosa.

Invitaba con frecuencia, pero distinguía los rangos y las personas. Jamás admitió en su mesa a ningún liberto, con la excepción de Menas, a quién había concedido todos los derechos.

Algunas veces se sentaba a la mesa después que los demás, y se levantaba más pronto, habiendo empezado sus invitados a comer antes de que él llegara y continuando después de su partida. Actuaban bufones, bailarines del circo y músicos.

Sus comidas consistían en tres servicios, y seis en las grandes ocasiones, cuanto más modesta era, más alegre y divertido se mostraba.

Después de la comida del mediodía hacía un ratito de siesta, vestido y calzado, con los pies tapados y la mano sobre los ojos.

2 comentarios :

profedegriego DICE

La sobriedad en la mesa, Ana, es una muestra más del carácter moderado y austero de este emperador. Las crónicas cuentan de él que era accesible a todo el mundo, llano y directo en el trato; que tenía unos ojos tan vivos que nadie podía aguantar su mirada; que tenía una apariencia personal elegante, pese a que le preocupaban bien poco esas cosas.
Su hija Julia fue su principal quebradero de cabeza y la relación entre ambos,digamos, espinosa.
Le faltó el carisma de Julio César; a cambio, murió tranquilamente en su lecho a punto de cumplir setenta y seis años, dejando,eso sí, una difícil sucesión.
Mil saludos.

Ana DICE

Profedegriego, da la impresión de buena gente. Un beso.