8 de junio de 2011

LA NUEVA RELIGIÓN DE AKENATÓN



Akenatón se propuso realizar una revolución religiosa que sustituía a los viejos dioses, en particular a Amón, por el culto al dios solar Atón. Para ello era preciso que abandonara Tebas, ya que los Templos tebanos no eran adecuados para las ceremonias del nuevo dios. Eligió una ciudad entre el Nilo y los acantilados rocosos, en ese lugar desierto, se edificó una ciudad a la que el rey dió el nombre de Akhet-Atón, hoy Tell-el-Amarna. En el año VIII de su reinado, cuando los templos dedicados a Atón se extendían por todas las ciudades, Akenatón se traslado definitivamente a la nueva ciudad.

La nueva religión pedía a su pueblo que no buscase el auténtico dios entre el fragor de las batallas y la crueldad de la guerra, sino en la naturaleza, entre las flores, los árboles y los pájaros.

La principal característica de esta religión consistía en que no estaba permitido imaginar representaciones plásticas del nuevo dios Atón. Según el monarca el dios verdadero no tenía ninguna forma determinada. El disco solar simbolizaba tanto a la nueva religión como a su dios. Este objeto era símbolo de fe, pero no de adoración.

Las ceremonias eran muy sencillas, en ellas, los sacerdotes hacían ofrendas vegetales, frutas y flores, se elevaban himnos, acompañados de música. Según aseguraba el Faraón, Atón no sentía placer con la ceremonias, ya que sólo le complacían los actos personales, las obras que se realizaban para agradar y favorecer a sus semejantes. Atón castigaba en especial a quienes provocaban o hacían la guerra.

Eso influyó en las opiniones políticas de Akenatón que practicaba la creencia en una cierta fraternidad humana y pensaba que la bondad y el amor eran capaces de mejorar a los hombres. Se negaba a mantener la tiranía y hacer la guerra.

En toda esta reforma el Faraón tenía numerosos enemigos, ya que la veían demasiado innovadora y alejada de sus tradiciones y de sus antiguos dioses, lo consideraban como una violencia de sus costumbres.

2 comentarios :

Merce DICE

Creo que ya lo he dicho alguna vez en tu blog: si tuviera una máquina del tiempo uno de los viajes que haría sería a la corte de Akenaton y Nefertiti.

La teoría más extraña que yo he leído es la que identifica a Akenton con Moisés... Curiosa al menos!

Besos, Ana.

Ana DICE

Merce, también he leído que Abraham fue Akenatón y Moises un noble egipcio, por lo que se ve hay muchas teorías. Lo que parece que es seguro es que los dos practicaron el monoteísmo. Un beso.