28 de enero de 2011

ROSAS


Las primeras noticias sobre el cultivo de rosas se remontan a unos 5.000 años atrás, durante la época del rey Sargón I, soberano de los sumerios quién, durante una expedición de guerra, trajo a su país algunos ejemplares de plantas entre las que se contaban las rosas, vides e higueras.

El simbolismo de la rosa es tan antiguo como la misma flor, y tanto los sumerios, los egipcios, los fenicios, los asirios, y más tarde los romanos y los griegos, dedicaron a esta flor en sus bajorrelieve y pinturas. En esos tiempos solamente existía una variedad de rosa, las “rosa especie”, con muy pocos pétalos.

En los escritos de Homero hay numerosas referencias a las rosas. También escribieron sobre ellas; Herodoto, Anacreonte, Plinio, Marcial, Tertuliano, Virgilio, Séneca, Teofrasto y Confucio.

Confucio llega a decir que su emperador (en el año 500 a. C.) que poseía 600 libros dedicados a la historia y al cultivo de las rosas.

Nerón y Cleopatra adoraban las rosas de tal manera que llegaron incluso a dormir sobre colchones llenos de sus pétalos.

Carlomagno ordenó que se cultivasen rosas en todos los castillos en los que tenían lugar las reuniones periódicas de los hombres de armas y, desde aquel momento, no hubo jardín ni claustro en los que no florecieran rosales con corolas de diferentes colores y de un intenso perfume.

2 comentarios :

meg DICE

Lo triste es que hoy la mayoría de las rosas bonitas que encontramos no tienen aroma. Y es tan triste ir olvidando el olor intenso de las rosas...

Un saludo.

Ana DICE

Meg tienes razón las rosas ya no tienen aroma. Un beso.