18 de junio de 2010

ÁRBOLES

Desde los tiempos más remotos, el árbol fue para el hombre la mayor fuente de suministro de materiales necesarios para la construcción de su vivienda, de sus rudimentarios muebles de sus enseres de labranza, sus vehículos y sus embarcaciones.

En el siglo II, el chino mandarín Tsai Lun confeccionó por primera vez en la historia el auténtico papel, utilizando para ello la madera de un tipo de moral (Morus papyrifera), una hierba china, y cañas de bambú.

Desde la antigüedad, en el culto a los árboles se manifestó el espíritu religioso. Todos los dioses griegos y romanos tenían dedicado un árbol: Jupiter, la encina; Minerva, el olivo; Apolo, el laurel y la palmera; Venus el mirto; Hércules, el álamo; Baco, la higuera; Neptuno, el pino.

Cuenta la leyenda que Rómulo y Remo fueron amamantados por una loba debajo de una higuera. Una cactácea, el nopal, sobre el cual un águila devoraba una serpiente, sirvió a los aztecas para situar el lugar de fundación de Tenochtitlán, según la indicación del dios Huitzilopochtli.

En el relato del Génesis del Antiguo Testamento, el árbol ocupa un lugar importante. En el centro del Paraíso se erguían el árbol de la Vida y el árbol del Bien y del Mal.

Un árbol descomunal era un castaño situado en las faldas del volcán Etna, en Sicilia. Se le llama el de los cien caballos, pues bajo sus ramas se refugiaron durante una tormenta doña Juana de Aragón con cien caballeros de su séquito, todos montados en sus caballos. Su circunferencia, era de cincuenta metros. En la actualidad está destrozado, y de su enorme tallo sólo quedan algunos restos.

2 comentarios :

Chema García DICE

Maravillosos los árboles. Algunos una constante, pues sus milenarios ramas y raices nos sirven de guía en algunos pueblos de lo más antiguo que allí reposa. Sobre el culto a los árboles o su importancia dentro del culto religioso es trascendental en todas las culturas. Y existan abundante cantidad de mitos para explicar el origen de sus formas más diversas. Cuando la humanidad otorga antropomorfiza algo, como en multitud de ocasiones hace con los árboles, es por que en su subconsciente colectivo, estos guardan un lugar especial y entrañable, al menos en mi memoria así sucede.

Ana DICE

Chema nunca le he encontrado explicación a las formas tan diversas y raras de sus troncos, cada uno diferente, Un beso.