13 de agosto de 2009

CONSTRUCCIÓN DE UN OBELISCO

La construcción de un obelisco comenzaba con unos análisis previos en la roca de granito con unos taladros de percusión, muy próximos al lugar del corte, hechos con una piedra esférica más dura que el granito, la dolerita. El sonido con el que la piedra respondía a los golpes era la clave para determinar la calidad de la piedra.

Una vez hecho esto, se marcaba el contorno del obelisco. Dos filas de hombres, colocados junto a lo que más tarde serían los lados del obelisco, golpeaban la roca con unos pesados mazos de piedra dura, (los manejaban con las dos manos).

Entonces se abrían dos zanjas lo suficientemente anchas para que los picapedreros pudieran trabajar en cuclillas. Golpeando al mismo tiempo y con un compás que señalaba el capataz, los golpes rompían la composición cristalina del duro granito rosa.

Una vez tenían la profundidad (un poco más de la anchura de cara del obelisco), quedaba la difícil tarea de cortar la parte inferior pegada a la roca madre, (utilizando el mismo sistema de percusión).

Ya liberado, el obelisco era sacado con unas enormes palancas y llevado cuesta abajo hasta el embarcadero del Nilo. Lo deslizaban sobre un trineo de madera El camino estaba libre de obstáculos y era plano, con una ligera caída para facilitar su traslado, y era engrasado con limo húmedo.

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