28 de marzo de 2009

LIBELULAS

Cuando hay una presa cerca la larva de la libélula dispara desde su rostro la máscara, un enorme labio articulado que recuerda la pala de una excavadora.
La máscara posee en el extremo unos ganchos que atrapan a la víctima.

Las libélulas necesitan calentarse, ya sea poniéndose al sol o realizando ejercicio, antes de emprender el vuelo. Los ejemplares más grandes no pueden despegar hasta alcanzar los 20 grados centígrados.

El macho de algunas especies de libélulas presentan un flagelo con púas en el extremo del pene.
Durante la cópula esta estructura sirve para entrar en los organos de almacenamiento de esperma de la hembra y retirar el depositado por otros machos.

Algunas especies de libélulas pueden alcanzar volando una velocidad de hasta 96 kilómetros por hora. Pueden mantenerse fijas en el aire, volar hacia atrás, hacia delante y hacia los lados.

El macho de la libélula emperador utiliza sus apéndices anales para sujetar a las hembras por el cuello durante la cópula.

Las libélulas no pueden caminar por la posición frontal de sus patas.

Para camuflarse realizan movimientos que crean una ilusión óptica, se proyectan a sí mismos, de forma que la presa no se da cuenta del ataque que va a sufrir.

2 comentarios :

Anónimo DICE

la foto q tienes publicada no pertenece a la de una libelula...Es una caballito del diablo. Se difencian de las libelulas en q estas pueden plegar las alas mientras las libelulas no; sin embargo pertenecen al mismo orden (odonata)

Ana DICE

Anónimo, como ves yo de libelulas poco, gracias por la imformación, por tu visita y tu comentario.
Un beso.