16 de noviembre de 2008

MANDRÁGORA

Las raíces de la mandrágora son las más celebres de entre todas las raíces mágicas. Una de sus propiedades es su increíble capacidad para aferrarse a la tierra, puede hundir sus raíces hasta más de un metro de profundidad, por lo que resulta muy difícil cambiarla de lugar o extraerla.

Las raíces son grandes fusiformes y antropomorfas, por este último motivo eran adoradas por las tribus primitivas, pues se dividen en dos o tres brazos, que les dan un cierto parecido a un cuerpo humano.
El fruto es parecido a una manzana y tiene un olor fétido.

Antiguamente para obtenerlas se llevaba a cabo un ritual en el que participaban un sacerdote, una muchacha virgen y un perro negro con gran olfato.

Hasta el Renacimiento, se temió siempre con verdadero pavor la venganza de la mandrágora, pues se aseguraba que mataba a quien la hubiese arrancado de la tierra.

En tiempos de Plinio era usada como anestésico antes de una operación.
También se uso como analgésico, para producir el sueño, para las úlceras, reumas…

La mandrágora fue siempre símbolo de fortuna en el amor, en las guerras y en el nacimiento de la vida, además de que sus frutos son afrodisiacos.
Es a la vez curativa y puede matar, pues en grandes cantidades es venenosa, produciendo alucinaciones, delirios, locura hasta provocar la muerte.

2 comentarios :

Anónimo DICE

Estos sacerdotes eran muy sibilinos, lo que no sé es para qué quería al perro.
Besos Pablo

Ana DICE

Pablo, al perro lo llevaban por si el perro moría en el intento de ayudar a arrancar la mandrágora, quería decir que la planta se vengaba del alma del perro y que por tanto su energía era negativa.
Un día de estos explico el ritual entero.
Un beso.