14 de abril de 2008

EL CANTO DEL ARPISTA

El Canto del Arpista es una composición musical que se interpretaba acompañada por el arpa y a veces por otros instrumentos como el laúd, se solía escuchar en los banquetes fúnebres en honor del difunto, pero en ocasiones se interpretaba en fiestas sin contenido religioso.

Esta canción es la más antigua conocida y la más célebre, también se la llama Canto de Antef, por haber sido encontrada en la tumba de este faraón.
Fue compuesta en el final del Primer Período Intermedio.

CANTO DEL ARPISTA

Generaciones y más generaciones desaparecen y se van,
otras se quedan, y esto dura desde los tiempos de los Antepasados,
de los dioses que existieron antes
y reposan en sus pirámides.

Nobles y gentes ilustres
están enterrados en sus tumbas.
Construyeron casas cuyo lugar ya no existe.
¿Qué ha sido de ellos?

He oído sentencias
de Imutes y Hordyedef,
que se citan como proverbios
y que duran más que todo.

¿Dónde están sus moradas?
Sus muros han caído;
sus lugares ya no existen,
como si nunca hubieran sido.

Nadie viene de allá para decir lo que es de ellos,
para decir qué necesitan,
para sosegar nuestro corazón hasta que abordemos
al lugar donde se fueron.

Por eso, tranquiliza tu corazón.
¡Que te sea útil el olvido!
Sigue a tu corazón
mientras vives.

Ponte olíbano en la cabeza.
Vístete de lino fino.
Úngete con la verdadera maravilla
del sacrificio divino.
Acrecienta tu bienestar,
para que su corazón no se desmaye.
Sigue a tu corazón y haz lo que sea bueno para ti.
Despacha tus asuntos en este mundo.

No canses a tu corazón,
hasta el día en que se eleve el lamento funerario por ti.
Aquel que tiene el corazón cansado no oye su llamada.
Su llamada no ha salvado a nadie de la tumba.

Hazte por tanto el día dichoso,
y no te canses nunca de esto.
¿Ves?, nadie se ha llevado sus bienes consigo.
¿Ves?, ninguno de los que se fueron ha vuelto.

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