26 de mayo de 2008

ALEJANDRO MAGNO Y EL ORÁCULO DE AMÓN


De los miles de peregrinos que durante milenios acudieron a consultar el oráculo, el más célebre fue sin duda Alejandro Magno, quien se presentó en el año 331 a. C. Tras haber unificado los estados griegos y liberado Egipto del dominio persa, el macedonio atravesó el desierto para consultar el oráculo.

Formuló una sola pregunta: "¿Le sería dado el honor de conquistar el mundo?". Nadie salvo el interesado, escuchó la respuesta, aunque ésta debió de ser prometedora, pues al poco tiempo Alejandro se lanzó a una campaña militar desenfrenada en la que jamas perdió una batalla y que solo se detendría con su muerte ocho años después.

Lo que si pudo escuchar todo el mundo ese día fue como el dios Amón, por boca del oráculo, reconocía que Alejandro era hijo suyo, dándole así un aura divina y legitimándolo ante los egipcios en su papel de faraón.

Al sentirse enfermo durante la campaña de Asia, Alejandro pidió ser enterrado en el Oasis de Siwa. Para cumplir ese deseo, su cadáver fue momificado y conducido a Egipto. Pero antes de llegar Ptolomeo I lo retuvo en Menfis y luego en Alejandría, la nueva capital , donde su sola presencia daría legitimidad a la nueva dinastía ptolemaica. Un pequeño templo le fue erigido en el centro de la ciudad y allí permaneció siete siglos, hasta que el decreto de Teodosio del año 392 prohibió cualquier culto fuera del cristianismo.

Nadie sabe que sucedió con la momia de Alejandro, cabe la posibilidad de que los sacerdotes de Amón se la llevaran a Siwa tratando de cumplir su última voluntad, en ocasiones los arqueólogos creen haberla encontrado, pero el misterio continua.

2 comentarios :

Merce DICE

Julio Cesar lloró ante la estatua de Alejandro, porque a su edad todavía no había hecho nada digno de mención y Alejandro ya había conquistado medio mundo...Siempre me ha llamado la atención esta anécdota...

Un beso

Ana DICE

Grandes personajes el macedonio y el romano.
Un beso.